De izquierda a derecha, Llorenç Galmés y Sebastià Sagreras, del PP, este jueves ante la puerta del Consell de Mallorca poco antes de reunirse con el PSIB y Més. | Jaume Morey

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El PSIB y Més per Mallorca han dejado claro este jueves al candidato del PP, Llorenç Galmés, que votarán en contra de su investidura como presidente del Consell de Mallorca. El 'popular', que ha iniciado las conversaciones para conseguir apoyos y gobernar en la institución insular al liderar la lista más votada, ha explicado su programa político a la socialista Catalina Cladera y al soberanista Jaume Alzamora, que han declinado su petición para que se abstuvieran o votaran a favor de él.

No es ninguna sorpresa que la izquierda rechace apoyar al PP. Además, la opción de hacerlo para evitar que dependa de la extrema derecha, queda descartada porque Galmés tiene asegurada la presidencia. La normativa establece que, en caso de no ser investido en la primera votación, pasadas 48 horas el candidato de la lista más votada será proclamado presidente.

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Aun así, el 'popular' quiere tener los máximos apoyos para formar un gobierno estable. Galmés se reunirá en las próximas horas con los representantes de Vox, Pedro Bestard, y del PI, Antoni Salas, para conseguir esta aprobación. Los regionalistas ya dejaron claro que solamente llegarán a acuerdos con Galmés si no forma gobierno con Vox. Los de Bestard, en cambio, tienen interés en entrar al Consell. Si no lo hacen, ya han adelantado que harán una oposición dura.

El PP no necesita la abstención o los votos favorables de este partido porque el reglamento es muy claro y, de hecho, su idea es replicar la fórmula de Cort, donde Vox se abstuvo pero ha quedado en la oposición. Sin embargo, la duda es si alguna decisión externa a la negociación del Consell puede influir, obligando a que la extrema derecha entre en gobierno insular. Es decir, que la institución sirva de moneda de cambio para equilibrar intereses.