La cofradía de Santa Creu. | Jaume Morey

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Las procesiones penitenciales del Miércoles Santo fueron seguidas ayer, de nuevo, por muchos feligrses. La de Santa Creu volvió a emocionar a quienes se acercaron al barrio del Puig de Sant Pere. El desfile de los penitentes por sus recogidas calles, que atesoran una gran tradición marinera, es un caudal de sensaciones. Este año se ha recuperado lo que en sus orígenes se denominó Procesión del Silencio, por la ausencia de acompañamiento musical, como recordó el rector de Santa Creu, Nadal Bernat, y el presidente de la cofradía, Pep Riera.

A las 20.30 horas, ante una gran expectación de las personas congregadas en torno al templo de Santa Creu, salió la procesión que abrió el grupo de Tamborers de la Sala, seguido de representantes de unas 25 cofradías, con el siguiente itinerario: Iglesia de Santa Creu, Forn de l’olivera, Barques de Bou, Pólvora, Plaça Porta de Santa Catalina, Santa Creu, De la Pau, Can Granada, Sant Gaietà, Sant Feliu, Montenegro, Sant Joan, Llotja, Plaça Drassana, Sant Pere, Sant Llorenç, Costa de Santa Creu, Forn de l’Olivera, iglesia de Santa Creu.

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La cofradía de Santa Creu aportó dos pasos, Cristo atado a la columna y Virgen de la Soledad. El venerado Cristo de Santa Creu fue portado en su recorrido por cofrades y vecinos que lo solicitaron en relevos, marcando el compás los tambores de la cofradía Santa Creu.

La Soledad

Numeroso público y feligreses de la iglesia de Nuestra Señora de la Soledad, por su parte, se dieron cita a las nueve de la noche en la Plaça dels Mínims para presenciar la salida de la procesión del Miércoles Santo Jesús Camino de Getsemaní, que protagonizan dos cofradías: la de Santa Mónica y la de La Soledad. El presidente de esta última, Miquel Forteza, explicó que «desde hace unos años, las dos cofradías nos turnamos para la salida de nuestros respectivos templos y este 2023 toca salir de nuestra parroquia. Este año nos sentimos muy satisfechos, ya que tenemos una novedad, pues se ha unido a nosotros la Cofradía Juventud Antoniana».

El desfile se inició con el siguiente itinerario: Iglesia de la Soledat, Plaça dels Mínims, Cabrera, Sant Rafel, Sureda, Reis Catòlics, Miquel Dolç, Del Pare Bayo, Sant Vincent Ferrer, Bujosa, Nuno Sanç, Reina Violant e iglesia del Sagrat Cor. En este desfile que abrió la cofradía Santa Mónica, de la congregación de Agustinas Hermanas del Amparo, procesionó su bello paso, Jesús camino de Getsemaní. Como mencionamos, participó la cofradía Juventud Antoniana con su banda de tambores y por último la cofradía de la Soledad con el paso Nuestra Señora de la Soledad. En esta ocasión, como ocurriera en años anteriores, la Virgen fue acompañada por muchos vecinos devotos.