El juicio por un supuesto fraude millonario se vio interrumpido el primer día de sesiones y el principal acusado dejó en ambulancia la Audiencia. | R.L.

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El príncipe Jurgen zu Hohenlohe salió en ambulancia de la primera sesión del juicio en el que respondía por un delito de estafa. Se desmayó en medio de la sala de la Audiencia Provincial. Desde entonces, abril de 2021, el juicio ha permanecido en suspenso por problemas de salud del encausado. Una de las acusaciones particulares, que representa a varias de las víctimas del supuesto delito, ha solicitado reactivar el caso y el tribunal ha fijado fecha para retomar las sesiones. No será rápido tampoco: el elevado número de partes personadas y la existencia de señalamientos previos retrasa las sesiones hasta finales de septiembre.

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Hohenlohe y su mujer afrontan una petición de ocho años de cárcel por parte de las acusaciones particulares aunque la Fiscalía entiende que no existió delito. Se sientan en el banquillo por una supuesta trama piramidal a través de la empresa Mallorca Invetsments. Captaron ocho millones de euros en inversiones que prometían recompensar con elevadísimas rentabilidades, de hasta un 48 por ciento. En torno a medio centenar de los inversores, la mayor parte de ellos alemanes residentes en las Isla están personados como acusación. Sostienen que la pareja fingía una solvencia de la que carecían y, uno de los elementos que empleaban era el título nobiliario del principal acusado, sobre el que siempre han existido dudas.

El caso estalló en 2010 y la pareja llegó a estar varios meses en prisión preventiva. El príncipe siempre negó cualquier delito y reduce al máximo su papel en los negocios bajo sospecha. También ha defendido siempre que su título nobiliario es real. Tendrá que volver al banquillo de los acusados dos años después.