Cola de turistas en la parada de taxis de la Plaza de España el pasado verano. | Teresa Ayuga - T. AYUGA

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El sector del taxi descarta que las nuevas licencias estacionales para descongestionar el servicio se puedan aprovechar esta temporada. La aprobación del decreto ley de medidas urgentes la pasada semana para paliar la escasez de vehículos en verano no ha llegado a tiempo, se quejan, dadas las complicaciones logísticas para instalar los taxímetros y acondicionar los cerca de 200 taxis que, calculan, necesita Palma para dar una adecuada respuesta a las necesidades ciudadanas.

La presidenta del Govern, Francina Armengol, y el conseller de Mobilitat i Habitatge, Josep Marí, anunciaron que los ayuntamientos de las Islas podrán conceder licencias temporales de taxis para que operen entre el 1 de mayo y el 31 de octubre. La intención del Ayuntamiento de Palma es acordar en breve con el sector características y número de las licencias estacionales para que puedan estar disponibles lo más pronto posible. Sin embargo, aunque ese acuerdo llegara mañana mismo, se queja el sector, no habría tiempo material para que los refuerzos de verano estén a punto esta temporada.

El presidente de la Asociación de Autónomos del Taxi de Mallorca (integrada en PIMEM), Biel Moragues, señala que «en Palma y en Calvià ya es inviable», aunque cree que la medida sí será aprovechable en municipios más pequeños y sin tanta necesidad de personal extra. «Se tendría que haber hecho a finales del verano pasado», lamenta. Las dificultades, argumenta, estriban sobre todo en la dilatación de los plazos que requieren los taxis para la instalación del taxímetro y su revisión y aprobación en la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). Especialmente por el tiempo de espera en cada una de esas citas.

El número de empresas en Mallorca dedicadas a la instalación de taxímetros, explica, es muy reducido y el tiempo de espera para una cita oscila entre los 15 días y un mes. Asimismo, el ritmo de instalación de los aparatos no pasa en ningún caso de los tres o cuatro diarios. «Es imposible llegar a 150 ó 200». Por lo que respecta a la ITV, la cita solo se puede solicitar una vez instalado el taxímetro y el periodo de espera no baja del mes y medio. Asimismo, recalca las dificultades para encontrar vehículos que se adapten a lo estipulado por la normativa, es decir, de menos de tres años de antigüedad, lo cual tiene un efecto disuasorio sobre posibles voluntarios, teniendo en cuenta que las licencias son estacionales. En lo tocante al diálogo con Cort, Moragues se queja de que no se haya producido aún un encuentro con el sector para aclarar cuestiones como el número de voluntarios que podrán acceder a las licencias o la cuantía de la tasa a pagar.

Por su parte, su homólogo en la Agrupación Empresarial del Auto-Taxi y Auto-turismo de Balears (de FEBT y CAEB), Antoni Bauzá, señala que «con este tiempo de antelación no creo que el decreto vaya a ser efectivo en Palma o Calvià: la instalación de taxímetros no se hace de un día para otro». Por otra parte, Bauzá reivindica que una solución más eficiente, antes que habilitar licencias estacionales, sería suprimir las restricciones normativas sobre la operatividad de la flota. «Lo primero que habría que hacer es eliminar estas restricciones y los castigos que prevén y luego comprobar si en ese nuevo escenario siguen faltando taxis o no o si faltan los mismos». Por último, coincide con Moragues al criticar la «falta de diálogo» exhibida por el consistorio palmesano. «Cuando activen las licencias seguramente lo harán sin consensuarlo y sin un estudio riguroso para saber cuántas hacen falta en realidad: primero tendría que haber diálogo y luego elaborar un plan de acción real», sentencia.

La visión de Cort

El regidor de Movilidad del Ayuntamiento de Palma, Xisco Dalmau, asegura que por parte del consistorio no se van a poner impedimentos para que las nuevas licencias estacionales puedan estar a disposición de los profesionales esta misma temporada. No obstante, reconoce que en el sector pueden tener problemas logísticos para habilitar los vehículos a tiempo. «Desde el Ayuntamiento haremos todo lo posible y si las licencias no se pueden aprovechar esta misma temporada porque las cuestiones logísticas no se lo permiten a los taxistas, por lo menos ya dispondremos de esta herramienta en adelante», asevera.

El regidor señala que el decreto ley de medidas urgentes aprobado la pasada semana «nos viene muy bien» porque «agiliza mucho nuestro trabajo». De cara a la activación de las licencias Dalmau asegura que su departamento realizará un concienzudo estudio de la situación y de las necesidades reales antes de sentarse con el sector para adoptar «una medida de consenso».

Punto de vista
Germà Ventayol

Otro verano

Germà Ventayol

Quedamos advertidos, este verano será un milagro subirse a un taxi si no se llega en barco o avión; el resto de usuarios de este servicio público pasarán a ser los agraciados de un sorteo. La suerte decidirá. Así estamos, incluso después de ser víctimas de la experiencia de años anteriores, el Govern vende una liberalización de licencias temporales y topamos con la escasez de taxímetros. Vuelta a la primera casilla. Nadie pensó en este detalle. ¡Bravo!

Las claves
  1. La llegada de más coches de alquiler sí ayudará a descongestionar el servicio
    Con todo, los taxistas se muestran optimistas con respecto al funcionamiento del servicio esta temporada, que si bien seguramente no contará con el refuerzo de las licencias estacionales, sí podrá beneficiarse de la llegada de nuevos coches de alquiler, así como de la gratuidad del transporte público.

    Solo unas pocas empresas instalan taxímetros en la isla
    El tiempo de espera para la instalación de taxímetro va de 15 días a un mes, explica el sector, dado que pocas empresas prestan este servicio y que el proceso es más laborioso de lo que pueda parecer: se instalan de dos a cuatro aparatos como máximo al día.

    Las escabechinas en los exámenes siguen indignando al sector
    El sector continúa vertiendo críticas al Ajuntament de Palma por la excesiva dificultad de los exámenes para acceder al carnet profesional, la cual se traduce en constantes escabechinas de aspirantes. «No tiene sentido que necesitemos más taxistas y que pongan pruebas que no supera casi nadie».