Antonio Tienza, urólogo del hospital de Son Espases.

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La incontinencia urinaria es una enfermedad muy infra-diagnosticada. Así lo pone de manifiesto Antonio Tienza, urólogo del hospital de Son Espases. Se trata de una patología que podría ser considerada tabú, ya que a muchas personas les da vergüenza reconocer que la padecen. Aunque no hay cifras exactas, se calcula que afecta a un 9 % de hombres y a 20 % mujeres, aproximadamente. También puede darse en los niños, aunque «típicamente de forma nocturna denominada enuresis».

Desde la Asociación de Incontinencia (Asia) aseguran que hay muchas más personas afectadas de las que reflejan las cifras oficiales, puesto que no todas lo dan a conocer. En este sentido, destacan que en España hay más seis millones de ciudadanos que padecen esta dolencia, pero sólo el 30 % acuden al especialista. Por tanto, precisan que «los datos públicos no son fidedignos».

Las expectativas no son buenas, ya que el citado urólogo advierte que se prevé que esta enfermedad vaya al alza en los próximos años debido al envejecimiento de la población y el aumento de la obesidad, dos de las causas que la ocasionan. Otros factores que la provocan son la falta de actividad, algunas cirugías abdominales, tratamientos agresivos, partos vaginales dificultosos, enfermedades crónicas como las neurológicas, etc.

Tienza explica que las personas que padecen incontinencia urinaria pueden corregirla siguiendo las indicaciones médicas, es decir, haciendo rehabilitación, tomando la medicación prescrita o sometiéndose a una cirugía. El método a seguir dependerá del tipo de incontinencia y del paciente; el facultativo será el encargado de decidir cuál es el más adecuado.

La prevención es otra de las claves para evitar tener esta afección tan molesta y que puede llegar a condicionar la vida cotidiana, en función de la gravedad de la misma. Lo más conveniente para evitar sufrir incontinencia urinaria es tener un estilo de vida sano: llevar una dieta variada, practicar actividad física y evitar tóxicos como el tabaco.