Médico de familia es la especialidad que más plazas presenta en las pruebas del MIR pero la peor valorada, ya que cada vez tiene más fuga de sanitarios | Emilio Queirolo

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Santiago García es médico de familia y el pasado sábado se presentó al examen MIR 2023. Su intención es cambiar de especialidad, y es que esta es la tónica que se ha repetido en muchas más personas este año. La Atención Primaria, que prima ante todo por la vocación del sanitario, ya no es tan atractiva como se cree, a pesar de que es el área que más plazas presenta en las pruebas anuales para los médicos y, curiosamente, la que más fuga tiene a corto plazo.

Santiago García
Santiago García
Aspirante y médico de familia.

«La especialización de Medicina de Familia necesita una inyección importante para situarse al nivel que merece. La lista de pacientes que asumimos es muy alta, de más de 40 personas al día. Además, los salarios no son adecuados y por todo ello cambiamos».

Florencia di Bernardo
Florencia di Bernardo
Aspirante y médico de familia.

Florencia di Bernardo, otra aspirante a las pruebas MIR, acudía también como Médico de Familia del hospital público de Eivissa. Como Santiago, busca cambiar de área ante la gran exigencia que vive en su día a día: «La Atención Primaria es fundamental, pero soportamos mucha presión». Ella trabaja como médica desde hace seis años y, dado que su especialización está en una situación límite, quiere optar por cambiar de ámbito si saca nota en el examen. «Nuestra especialidad es fundamental, pero ves que no puedes ascender de forma adecuada y soportamos mucha presión. Queremos llegar a todos los pacientes pero no llegamos y por eso optamos por otras vías».

Desde el Sindicato Médico recuerda que la Atención Primaria «es una factoría de burla al médico, se quema a gente joven y es un área donde han aumentado la violencia contra el sanitario en los centros de salud. Por eso se van. Llevamos en Baleares siete u ocho años con este problema, con médicos que se van a otros servicios, como el 061 o Urgencias o a la privada. De la treintena de especialistas que llegan, solo se queda un tercio», se cuestiona el portavoz sindical, Miguel Lázaro.

El edificio Guillem Cifre de Colonya de la UIB recibió en sus aulas a 353 aspirantes a las pruebas de Formación Sanitaria Especializada (FSE), de las 11.171 personas a nivel estatal, la mayoría para Medicina. Ha sido una de las convocatorias con mayor oferta de plazas de la historia. Pero una de las sensaciones es que muchos repetían el examen de MIR para cambiar de especialidad. Porque la Medicina Familiar, que más plaza acapara está decayendo.

Y es que las malas condiciones laborales, sumado a la sobrecarga de trabajo y la dificultad de vivir en estas Islas son cuestiones que marcan por completo la elección de una especialidad. «¿Por qué es tan demandada, y sabes que tendrás trabajo, pero no se elige? Porque son muy negativas las retribuciones y hay demasiado esfuerzo», responde Lázaro.

Solo en Balears se necesitan 350 médicos en Atención Primaria, un área que a día de hoy sigue remando por médicos que no tienen la especialidad, Médico de Familia. No hay interés ni demanda. «Lo que más les pesa son las condiciones laborales, y recordemos que es una especialidad vocacional y que se necesita. Tienen agendas desmesuradas y muy amplias de pacientes. Solo un tercio de los médicos se queda. El resto no», lamenta el portavoz del Sindicato Médico.

Los enfermeros, un sector mejorado

En los exámenes de FSE, la Enfermería tiene cada año una gran presencia. Es otro de los sectores sanitarios más castigados, junto a los auxiliares, y hasta ahora han batallado como los que más sus derechos, vulnerados por la Administración tras asumir una carga de trabajo excesiva, horas extras y no retributivas y la eliminación de algunos complementos.

Marcos Sumavielle
Marcos Sumavielle
Enfermero y aspirante al EIR.

Marcos Sumavielle fue uno de los aspirantes al EIR, el examen de Enfermería, a pesar de que él ya es enfermero. El motivo era aspirar a una de las únicas especialidades que tiene su gremio, Comunitaria. De origen gallego, lleva casi dos años trabajando de enfermero en Mallorca. Tras cuatro años de profesión, es ahora cuando ha conseguido un contrato en el quirófano de Son Espesas. Se presenta al EIR porque lamenta que «la situación que vivo ahora es cargante, además con un salario bajo porque tengo solo horario de mañana. La realidad es que no hay personal suficiente en los hospitales».

Lorena Blanco
Santiago García
Enfermera y aspirante al EIR.

Junto a él, Lorena blanco, otra enfermera, se presentó a las pruebas para acceder a la otra especialidad de Matrona, tras llevar más de un año trabajando en el Hospital de Manacor. En su caso, aseguró que «enlazo contratos eventuales, y en eso no tengo problemas. Pero sí que hay pocos enfermeros, la gente tiende a doblar turnos y a trabajar entre la privada y la pública».

Miguel Fernández, enfermero y miembro del sindicato de Comisión Obrera, explica que la situación sanitaria de su sector en las Islas está muy mejorado en comparación con otras comunidades. Recuerda en este sentido que las mejoras se llevan a cabo desde el acuerdo firmado a finales del mes de diciembre para no solo mejorar las condiciones de los enfermeros sino de todo el sector. «Hemos pasado a trabajar 35 horas semanales, y no 37,5, tenemos un aumento del precio de las guardias en hospitales y, entre otros puntos, se ha subido también el complemento de turnicidad en todas las categorías». «Creo que en otras comunidades no se destinan los suficientes recursos, pero dentro de lo que cabe en Mallorca, la situación es aceptable», manifiesta.

Sobre el tema de incluir más especialidades en Enfermería, una de las quejas principales de los sanitarios, a fin de igualarse, en parte, a los médicos, es algo que comparte Miguel Fernández pero recuerda que «esto dependerá del Ministerio. Tampoco llegaremos a equipararnos como Medicina, ahora mismo tenemos dos especialidades (Comunitaria y Matrona) pero podría haber más».

María Arnáez
María Arnáez
Enfermera y aspirante al EIR.

En las nueve aulas habilitadas para los exámenes, María Arnáez, recién titulada en Enfermería, acudió por primera vez con los nervios a flor de piel. Ella fue una aspirante al EIR. Conoce el sector de oídas y confiesa que «en mis prácticas vi que la gente en el sector está quemada. Yo hasta me planteé abandonar». Sin embargo, no lo hizo y ahora afronta con ilusión, y expectación, un futuro laboral como enfermera. María sabe que a pesar de las condiciones «tenemos salidas laborales», y es lo que le motiva, pero «la situación debería mejorar».