Rafael Perera, en su despacho en 2018. | M. À. Cañellas

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El mundo del Derecho está de luto en Mallorca por la muerte del abogado Rafael Perera Mezquida, uno de los juristas más veteranos y queridos de Balears. Un letrado con una larguísima trayectoria que abarca siete décadas y que le llevó a ser magistrado del TSJIB, presidente del Consell Consultiu y sobre todo abogado penalista, entre otros de dos expresidentes del Govern y protagonista en los principales casos que hubo en las Islas. Fue, además, letrado de Ultima Hora. Perera nació en Palma en 1929. Estudió Derecho en la Universidad de Barcelona, donde se licenció en 1951. Se afincó en Palma para ejercer la abogacía, donde se convirtió en un penalista renovador, de los que mayor prestigio han acumulado en las Islas. Don Rafael era un profundo estudioso del derecho y un extraordinario orador. Infatigable, colegiado en 1961, aún en 2023 estaba inscrito como ‘ejerciente'.

En el año 1997 fue nombrado magistrado de la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Balears, cargo que ocupó hasta su jubilación en el año 2000. Volvió a ejercer la abogacía en su despacho, junto a sus hijos, Salvador y Carmen. Como abogado defendió a dos expresidentes del Govern, a Gabriel Cañellas, en el ‘caso túnel de Sóller' y a Jaume Matas en el ‘caso Palma Arena'. El primero fue absuelto por prescripción. El segundo provocó a don Rafael intervenciones ‘in extremis' como el registro de su palacete una Nochebuena.

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En el Consell Consultiu tomó posesión como consejero en 2004. Fue nombrado presidente del órgano en 2011 y defendió su independencia frente a posibles injerencia del entonces presidente, José Ramón Bauzá. Fue también miembro de la Comisión de Juristas Internacionales que redactó por encargo de Naciones Unidas las ‘Reglas Mínimas del Proceso Penal' (1990-1992) y formó parte de la comisión de expertos para la reforma de la Compilación del Derecho Civil de Balears (1998-1999) y coordinador del Área Jurídica de la Universidad Internacional del Mediterráneo (1994-1996).

Perera presidió la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de Baleares. Raramente se perdía una reunión del órgano incluso en estos últimos años. En 2017, el Colegio de Abogados de Balears le reconoció con el premio Degà Miquel Frontera a la Ética Jurídica. El jurado valoró «las virtudes que reúne como profesional del Derecho en todas sus facetas, puestas de manifiesto a lo largo de su dilatada trayectoria profesional, destacando por su exquisito trato y lealtad con todos los operadores de la justicia, así como por la defensa de la independencia del abogado y la observancia de los principios deontológicos que presiden el ejercicio de la profesión». El acto de entrega fue un gran y sentido homenaje. La familia ha pedido una oración para «el eterno descanso de su alma» y ha informado que la capilla ardiente estará abierta hoy miércoles de 17 horas a 20 horas en el Cementerio de Palma y el lunes, 23 de enero, se llevará a cabo el funeral a las 19 horas en la parroquia de la Santísima Trinidad, situada en la calle General Ricardo Ortega.

Condolencias

La muerte de don Rafael provocó muestras de afecto. Entre otras, de la presidenta del Govern, Francina Armengol y de la líder del PP de Balears, Margarita Prohens. La Sala de Gobierno del Colegio de Abogados emitió un comunicado. En él trasmitía el «más sentido pésame a los familiares, amigos y compañeros del señor Rafael Perera Mezquida, letrado excepcional y referente del mundo del Derecho, al que dedicó toda su vida, de lo que hay prueba evidente en el hecho de que, a sus 93 años, aún figuraba como abogado ejerciente». «Rafael Perera, abogado con mayúsculas. Toda una vida dedicada al Derecho y a la defensa de los derechos de las personas», concluía.