El presidente del Supremo, este miércoles en Palma. | Jaume Morey

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El presidente del Tribunal Supremo, Francisco Marín Castán, clamó este miércoles en Palma contra el «desastre institucional» de la no renovación del Consejo General del Poder Judicial. Castán inauguró la asamblea nacional de la asociación judicial Francisco de Vitoria, la segunda en importancia, que reúne en la ciudad a más de 300 magistrados de toda España. En su intervención, Marín Castán culpó al sistema de partidos: «Si las cámaras olvidan el propósito de la Ley y distribuyen los puestos entre partidos no se cumple la Constitución». Criticó el reparto de puestos entre partidos y cree que «algunos ámbitos deben quedar fuera de esa lucha».

«Que una norma en la que dos personas negocian los puestos entre partidos sea algo normal, es un síntoma de apagón intelectual. La división irreductible en dos bloque se traslada sin más al Poder Judicial y deteriora la imagen de la Justicia. Esta división radical supone no entender la independencia judicial ni la independencia ideológica». Además, reclamó una reforma legal que obligue a una renovación automática del Consejo. Puso como ejemplo el funcionamiento habitual de los tribunales: «A diario deliberamos magistrados de diferentes orígenes y llegamos a acuerdos» y saludó a los jueces presentes, «cada día cumplís con vuestro deber sin dejaros mediatizar, con independencia».

La asamblea de la asociación se prolongará durante este jueves y viernes. El portavoz nacional de la asociación, Jorge Fernández Vaquero criticó que se pretenda «ofrecer una justicia de calidad a precio de saldo». A la vez, instó a los magistrados a la acción: «Es nuestra incapacidad la que nos maniata». También aludió a la falta de crítica a los magistrados que han ocupado cargos de gobierno y que «durante los últimos cuarenta años se han beneficiado de ese sistema».

En la apertura del acto también intervinieron el portavoz de la asociación en Balears, Jaime Tártalo; el vicepresidente del Govern y antiguo asociado, Juan Pedro Yllanes; el presidente del TSJIB, Carlos Gómez y el fiscal superior, Bartomeu Barceló. Este arrancó los primeros aplausos de la sesión al hablar de Marín Castán como presidente del Supremo y el CGPJ, aunque ocupa solo el primer cargo por la anomalía institucional. «Lo siento, es que pensaba que eran indisolubles».