FAPA impulsa una comisión de inclusividad para aglutinar las peticiones sobre accesibilidad. | Ultima Hora

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El Govern ha ejecutado 54 obras en centros públicos de Baleares entre 2016 y 2021 para facilitar la accesibilidad a los alumnos con discapacidad mediante rampas, ascensores o eliminando barreras arquitectónicas, según la Conselleria d’Educació. Otros seis proyectos de mejora están ahora en redacción, por lo que se habrán hecho 60 intervenciones que suman una inversión global de 9,6 millones de euros. Aun así, la Federació d’Associacions de Pares i Mares (FAPA) de Mallorca considera que es insuficiente.

«La Conselleria ha hecho cosas, pero quedan muchas otras por hacer; es un tema que está latente, pero pasan los años y no se toman las acciones suficientes», lamenta la representante de la Comisión de Inclusión de FAPA, Hilda Carmona. La junta se ha creado recientemente y está integrada por madres y padres que tienen hijos con alguna discapacidad. El objetivo es «unir» todas las peticiones aisldas que hacen las familias que viven esta situación en primera persona, explica Carmona. «La mayoría de colegios públicos, si se hace una inspección detallada, tienen barreras de accesibilidad incluso habiéndose hecho mejoras», asegura, y pone como ejemplo el caso de un niño con parálisis cerebral que usa silla de ruedas. «A pesar de que en el centro hay rampas y ascensor, solamente puede entrar por una de las dos puertas del colegio; esto le afecta a él, pero también a cualquier otro alumno que, puntualmente, necesite ir en silla de ruedas », comenta. Además, destaca que el suelo de muchos centros no está adaptado para ir con silla o caminador. Lo mismo ocurre en los patios:«Una madre cuenta que lleva tiempo solicitando un columpio adaptado porque todos los niños tienen derecho al juego y a no tener que estar en un rincón», afirma, y recuerda que estas intervenciones son competencia municipal. Las seis obras de mejora en redacción suman una inversión de 1,5 millones y se harán en Palma, Santa Margalida, Sant Joan y Ciutadella.

Carmona denuncia que en algunos casos, la plazas de aparcamiento reservadas a discapacitados están justo entre la entrada del colegio y un carril bici, como pasa en el CEIP de Pràctiques de Palma (imagen). Ainhoa Iscar trabaja como enfermera en un centro de salud de Palma y desde pequeña va en silla de ruedas, y lamenta que todavía hoy haya escuelas e institutos sin adaptar: «Sigue habiendo centros en los que pasa esto porque lo he vuelto a vivir a través de una paciente», afirma indignada.