Las familias podrán elegir entre espacios de Creu Roja o buscar una vivienda en alquiler. | M. À. Cañellas - M.A. CAÑELLAS

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Los ucranianos acogidos en un hotel de la Platja de Palma desde principios de abril abandonarán las instalaciones y se les reubicará en centros de acogida que gestiona el Ministerio de Inclusión. Esta decisión afecta por igual todas las comunidades desde principios de septiembre y el objetivo es que las personas afectadas empiecen a formalizar su condición de refugiado en la primera fase del Sistema de Acogida.

Desde el comienzo del conflicto en Ucrania, las familias se encontraban en una fase extraordinaria, en base a la declaración de emergencia decretada en su país por la guerra con Rusia. Con este cambio, ya no habrá «distinción» entre nacionalidades y desde Creu Roja Balears, entidad que distribuye a todas las personas desplazadas, están informando a los refugiados alojados en dicho hotel de que tienen que formalizar cuanto antes esta petición o, en caso de no querer pasar por un centro, buscarse una vivienda por cuenta propia.

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Así lo constata la coordinadora  autonómica de los programas de migrantes y personas refugiadas, Rocío Redondo, tras saltar la noticia entre los refugiados ubicados en este hotel de que tendrán que salir a finales de octubre. Creu Roja niega que sea así y constata que solo abandonarán la instalación hotelera una vez el Ministerio les adjudique una plaza. «Nosotros seguiremos con las plazas de la primera acogida extraordinaria, pero es cierto que, como la declaración de emergencia va acabando, lo que se intenta es normalizar la situación y esto se consigue de forma progresiva. Si bien es cierto que en las comunidades no se mantendrán las mismas plazas iniciales, tendrán que ir disminuyendo poco a poco», aclara Redondo.

Opciones

Creu Roja dispone de dos espacios de acogida en Mallorca. Sin embargo, la adjudicación de plazas del Ministerio dependerá de la disponibilidad, con lo cual puede ser que a una familia le toque desplazarse a la Península. En caso de que una familia ucraniana no quiera pasar por la primera fase, es decir reubicarse en un centro, tendrá la opción de trasladarse a una vivienda en régimen de alquiler. De validarse esta opción, pasarían a una fase de autonomía o segunda fase «pero seguirían dentro de los programas», explica la coordinadora. También recuerda que el Ministerio establece unos requisitos para formar parte de cualquier programa de acogida. En caso de superar unos ingresos mínimos y encontrar trabajo, no pueden permanecer en la red de ayudas.