La presidenta del Consell de Mallorca, Catalina Cladera, junto al conseller insular de Turisme, Andreu Serra, este jueves durante la presentación de las ayudas.

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El Consell de Mallorca destinará 21 millones de euros procedentes del Consorcio Bolsa de Alojamientos Turísticos, que gestiona desde enero, para que los ayuntamientos inviertan en mejoras de infraestructuras turísticas y para desestacionalizar la oferta. La última convocatoria con dinero procedente del consorcio es de 2018, cuando todavía lo gestionaba el Govern.

Los proyectos a financiar pueden ser, por ejemplo, una reforma de un pavimento central de un pueblo o cualquier tipo de actuación que ayude a mejorar la experiencia turística de un municipio, según ha explicado este miércoles el conseller insular de Turisme, Andreu Serra. Las ayudas abarcan a proyectos que ayuden a la mejora la fisonomía de las zonas turísticas «y que a la vez sean circulares», de manera que, por ejemplo, no generan un mayor impacto en el ciclo del agua, según ha precisado Serra.

La convocatoria se organiza en dos líneas, la primera de las cuales es para municipios costeros que cuenten con más de 3.500 plazas turísticas o municipios de más de 20.000 habitantes que podrán presentar hasta dos proyectos por un máximo de 750.000 euros por proyecto, y que contará con 15 millones. En cuanto a los municipios costeros de menos de 3.500 plazas y de menos de 20.000 habitantes, podrán presentar un proyecto, por un coste máximo de 400.000 euros, en una línea de ayudas a la que el Consell destina 6 millones.

El conseller ha explicado que todos los proyectos seleccionados deberán ser cofinanciados por los ayuntamientos, de manera que en la primera línea deberán asumir como mínimo un 20 % del coste de los proyectos y el Consell aportará el 80 %. En el caso de la línea dirigida a los municipios más pequeños, el Consell financiará el 90 % y los ayuntamientos el 10 % como mínimo.

La presidenta del Consell, Catalina Cladera, que también ha estado en la presentación de estas ayudas, ha recordado que la convocatoria deriva de lo acumulado por el consorcio, que al trabajar en el intercambio de plazas genera unos recursos «que se han de reinvertir en el territorio en la mejora de la competitividad turística».