La subida del Euribor obliga a muchas personas a hacer cuentas. | Freepik

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El Euribor se encuentra en una senda alcista y ya acumula cuatro meses cerrando en positivo, después de haber estado durante seis años en negativo. Este indicador tiene mucha importancia porque a él están referenciadas la gran mayoría de las hipotecas a tipo variable. Por tanto, las subidas del Euribor se traducen en una encarecimiento de los préstamos hipotecarios variables. Sin lugar a dudas, un factor muy a tener en cuenta puesto que reduce el crédito disponible de las familias, ya muy perjudicado por la elevada inflación.

Ante este panorama, muchas personas se preguntan ¿hasta dónde llegará el Euribor? El pasado mes de julio cerró en el 0,992 %. Pau A. Monserrat, miembro del CES, profesor de la UIB y economista de FuturFinances.com, señala que «las previsiones de las principales casas de análisis -como Caixabank, Bankinter o Funcas- estiman, en estos momentos, un Euribor a finales de 2022 de entre el 1,40 % y el 1,90 %; para finales de 2023 se calucla que sea de entre el 1,70 % y el 2,20 %; y para finales de 2024 que se sitúe en el 2,00 % (esta última predicción la hace Bankinter)». Con estas cifras. Moserrat ha calculado que para una hipoteca de 180.000 euros, a Euríbor + 1 % y a un plazo de 25 años, supondría pagar una cuota de 844 euros en 2022; abonar 871 euros en 2023; y bajaría hasta los 854 euros en 2024, tomando las predicciones más altas del citado indicador. A su modo de ver, si el Banco Central Europeo (BCE) controla la inflación en 2024, es perfectamente posible que el Euribor baje»

Luis García Langa, director de Corredordefondos.com, reconoce que «es difícil saber» hasta dónde podrá llegar el Euribor. En este sentido, apunta que «todo dependerá de la necesidad por parte del BCE de seguir con el cambio de sus políticas monetarias expansivas (reducción de la liquidez o subidas de tipos)». Langa añade que «con la bajada de las materias primas y las ya efectivas subidas de tipos de interés, la inflación debería ajustarse en cualquier momento. Y, por lo tanto, hacer que las subidas de tipos adicionales no sean muy cuantiosas, aunque todavía queden. Además, el Euribor es un mercado secundario, por lo tanto depende no solo de las políticas monetarias efectivas, sino de las expectativas». A su modo de ver, «parece claro que veremos alguna subida más, pero la clave para ver si serán muy fuertes será observar cómo evoluciona la inflación, que bajo mi punto de vista debería relajarse más pronto que tarde».