Imagen de archivo de un vivero que emplea a personas con diversidad funcional.

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Baleares ha registrado un máximo histórico en la contratación de personas con discapacidad, con 1.750 contratos entre enero y julio, un 56 % más que en los siete primeros meses del año pasado y superando en un 11,5 % la cifra alcanzadas en tiempos prepandemia que llegaron a un tope de 1.569. La Fundación Adecco atribuye las cifras extraídas del SEPE a la recuperación económica, «tras haber dejado atrás la etapa más dura de la emergencia sanitaria, que afectó intensamente a la economía del archipiélago, muy dependiente de sectores directamente afectados por las medidas de distanciamiento como el turismo o la hostelería», pero también «a un paulatino cambio de mentalidad en la sociedad y en las empresas, propiciado precisamente por la pandemia».

La entidad ha remarcado en un comunicado que las compañías «son cada vez más conscientes del talento que aportan las personas con discapacidad, viendo reforzados valores como el sacrificio, la superación o el esfuerzo, tan necesarios en una sociedad diversa y competitiva». Además, la consolidación de la ley que exige a las empresas la incorporación de personas con discapacidad (que en 2022 cumple 4 décadas) y la mayor visibilidad de la discapacidad durante los últimos años gracias, entre otros, a la globalización y al auge de las redes sociales, han hecho que el empleo «deje de ser considerado un anhelo inalcanzable» para las personas con discapacidad.

El director general de la Fundación Adecco, Francisco Mesonero, considera que cuatro décadas después de la aprobación de la ley que exige a las empresas la incorporación de personas con discapacidad «es evidente que su empleo ha avanzado de forma espectacular». Entre los retos por delante señala que la concentración de los contratos sigue produciéndose en el ámbito protegido, en Centros Especiales de Empleo, con un 71 %, mientras que en las empresas ordinarias los trabajadores con discapacidad «continúan infrarrepresentados, dificultando este hecho la normalización». Mesonero señala además la existencia de «un 'gap' formativo que excluye a las personas con discapacidad de las posiciones más cualificadas, particularmente en el ámbito tecnológico, siendo imprescindible dotarles de competencias digitales para conectar con los nichos de empleo emergentes». También cree esencial estimular su participación en el mercado laboral, «todavía exigua» porque aunque ha aumentado la contratación, solo un 34 % trabaja y un 66 % de personas con discapacidad en edad laboral «no tiene empleo ni lo busca», cuando la tasa de actividad para el resto de la población es del 76 %, según la encuesta EPD del INE.

Para favorecer la inclusión, la Fundación Adecco ha lanzado la V edición de sus becas formativas destinadas a estudiantes de grado, máster o FP, a los que se becará con ayudas de hasta 2.000 euros. Adecco pide políticas activas de empleo con foco en la formación individualizada que incidan en competencias en auge como las digitales; e impulsar la colaboración público-privada para facilitar a las empresas el reclutamiento, selección y contratación de desempleados con discapacidad cuyo perfil se adecúe a sus vacantes. Reclaman potenciar el trasvase de trabajadores de Centros Especiales de Empleo (CEE) a empresas ordinarias; y formación en discapacidad a departamentos estratégicos como los de Recursos Humanos y selección, para combatir sesgos inconscientes. Plantean el voluntariado corporativo como herramienta para conectar a los trabajadores de la empresa con la discapacidad.