El fuerte repunte de la actividad turística ha desbordado las previsiones de las aerolíneas europeas. | Teresa Ayuga

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Verano de 2022. Tras dos años de pandemia y el regreso de la ansiada 'normalidad', viajar se ha convertido en casi una prioridad para olvidar la etapa pasada de confinamiento, restricciones y limitaciones de la libertad de movimiento. Esta explosión de demanda turística unida a la huelga de las aerolíneas low cost, a la falta de personal y al colapso por la masiva llegada de británicos provoca que viajar se convierta en una auténtica locura.

Sin ir más lejos, la alianza turística Exceltur ha alertado este miércoles del «caos importante» que vivirá durante todo el verano el aeropuerto de Palma por la mayor afluencia de turistas británicos que, tras el 'Brexit', deben pasar el control de pasaportes de ciudadanos de fuera de la Unión Europea. Este hecho ralentiza el proceso de llegada a Mallorca llegando a colapsar el sistema. El vicepresidente ejecutivo de Exceltur, José Luis Zoreda, señala que es «urgente» que se mejore la dotación de personal en la zona del control de pasaportes.

Por otra parte, el fuerte repunte de la actividad turística ha desbordado las previsiones de las aerolíneas europeas, que necesitan tiempo para que la maquinaria vuelva a trabajar al cien por cien, después de haber despedido a parte de sus plantillas por el parón de actividad derivado de la COVID.

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Además, las huelgas en diversas compañías aéreas de bajo coste en demanda de mejoras salariales, entre ellas Ryanair e EasyJet, han venido a complicar un panorama ya de por sí turbulento.

A finales de junio, fuentes de Son Sant Joan ya anunciaron que el aeropuerto palmesano registraría durante todo el verano retrasos generalizados en los vuelos por la falta de personal en los principales aeropuertos europeos y en las aerolíneas, ya que la fuerte demanda de la actividad ha superado todas las previsiones de los touroperadores, organismos aeroportuarios y de Eurocontrol. Los retrasos de los vuelos que llegan, principalmente, de los aeropuertos británicos de Heatrow, Gatwick y Manchester, así como de Frankfurt, Amsterdam y escandinavos provoca la acumulación en una misma franja horaria de aterrizajes en Palma.

Desde AENA indicaron que esta coyuntura «afecta a toda la operativa de Son Sant Joan y colapsa algunos servicios, entre ellos el control de pasaportes y la recogida de pasajeros de los touroperadores en la zona de llegadas para encauzarlos a los autocares». Las empresas afectadas indicaron que la situación se agravará en las próximas semanas por la mayor afluencia de tráfico desde los mercados emisores.

Así pues, será un verano de récord turístico pero también de colapso, cancelaciones y retrasos, en el que el viajero deberá armarse de mucha paciencia.