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Media sandía en un supermercado cualquiera de Palma: 5,45 euros. El aumento de la demanda por el calor y la caída de la oferta por los problemas en la producción ha disparado el coste de las frutas de verano durante este inicio de verano. La inflación también llega al alimento estrella de los meses de calor y su precio estas primeras semanas de junio ya triplica el de 2021. Según muestran las cifras del Ministerio de Agricultura, la cotización media en origen de la sandía alcanzó en la semana del 23 al 29 de mayo los 84,79 céntimos el kilogramo. Esto supone un incremento de 9,33 céntimos respecto a la semana anterior, una cifra todavía mucho más hinchada si se compara con los datos de esta misma semana en los años anteriores. En ese mismo período de 2021, el registro ministerial situaba el precio en origen de la sandía en 26,9 céntimos el kilogramo. El gran perjudicado: el consumidor final.

Basta con darse un paseo por los principales supermercados de la Isla. El tipo de sandía más común que suele encontrarse en las tiendas tiene un precio de entre 1,79 y 1,89 euros el kilo, para quienes la compran cortada, y un poco menor para los que deciden comprar la fruta entera, una sandía de cinco kilos ronda los ocho euros. Joan Simonet, gerente de Asaja en Baleares, recuerda que «la campaña de producción local de la sandía todavía está empezando, arranca estas semanas, y la que se vende en estos momento es importada de la Península o de Marruecos». En cuanto al aumento de los precios, considera inevitable las subidas, aunque los productores locales trabajan con precios ajustados para evitar el aumento de costes en el consumidor final. Entre las causas de la subida: la carestía de la electricidad y el agua, así como del transporte debido al encarecimiento de los combustibles.

En un visto y no visto la sandía ha pasado de ser un producto que estaba en todas las mesas de verano a convertirse en un lujo para muchos, así queda reflejado en el debate que se produce no solo en calle, también en las redes sociales como Twitter, donde los usuarios han optado por tomárselo con humor. «Que ganas de que me toque la lotería para comprarme una sandía», comenta Vini. Mientras que otros, derrochan ironía, y dudan en cómo invertir ese dinero: «No sé si comprarme medía sandía o irme de vacaciones a Punta Cana», dice el usuario Nazanbeach.

Además de la inflación existen unos motivos que dan respuesta a esta escalada de precios. La primera son los problemas de la cosecha en Almería y Murcia, de donde provienen las frutas de estas primeras semanas de junio. Sin embargo, el los agricultores baleares consideran que los precios podrían bajar y revertirse la situación en cuando empiece la campaña de producto local. En Mallorca, se han unido los cuatro principales productores de sandía para ofrecer un producto más competente en el mercado de cada a esta temporada.

La climatología de este año ha sido favorable para las sandías mallorquinas, que tras haber madurado estas semanas han empezado en las fincas con las recolección. La siembra de sandía en exterior se realiza en la semana 7-8 del año, es decir, en el mes de febrero. En la Isla se suelen cultivar de dos tipos. La negra, con micro-pepitas que se pueden consumir, por eso se la conoce como ‘sandía sin pepitas’, y la clásica y más reconocida en los hogares de Mallorca, la rayada con pepitas.