Repostaje de un vehículo con hidrógeno producido en la planta de Lloseta. | M. À. Cañellas

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El hidrógeno es el elemento químico más abundante en el universo. Es el principal componente de las estrellas, incluido nuestro Sol. Siendo tan abundante, el hidrógeno ofrece, además, una ventaja incuestionable: energéticamente es muy poderoso. Tiene tres veces más energía que la gasolina. Sin embargo, a diferencia de ésta, es una fuente de energía limpia ya que solo libera agua en forma de vapor y no produce dióxido de carbono. Hace años se hablaba de que los vehículos podrían funcionar con hidrógeno. El comentario siempre incluía la siguiente coletilla: «Pero no se desarrolla por los intereses del petróleo».

La situación ha cambiado. El cambio climático y la necesidad de más energías renovables en detrimento de los combustibles fósiles le ha dado al hidrógeno, entre otras fuentes, un mayor protagonismo. Y, al contrario de lo que sucedía en todos los procesos innovadores, Mallorca no se queda atrás, sino que ocupa un lugar de vanguardia. El primer paso importante se dio el pasado marzo, con la inauguración de la planta de hidrógeno de Lloseta, en terrenos de la antigua cementera de Cemex. El proyecto, bajo el paraguas del programa Green Hysland, consiste en convertir la Isla en un centro pionero en el sur de Europa. Se trata de producir hidrógeno verde a partir de la energía solar (con parques fotovoltaicos en los propios terrenos de Cemex y en Petra) y suministrarlo a usuarios finales como hoteles, el transporte público (una parte de los buses de Palma), la industria, los servicios portuarios de la capital, los edificios públicos de Lloseta y su inyección en la red de gas para el uso local –económico y residencial– de calor y electricidad.

El desarrollo del proyecto prevé su replicación técnica y de negocio en otras islas de la Unión Europea (UE): Madeira, Tenerife, Arán –en Irlanda– Islas Griegas y Ameland –en Holanda–. La inversión asciende a 50 millones de euros, de los que la UE aporta 10. El hidrógeno se consigue a través de la separación de moléculas de agua mediante electrólisis (en un electrolizador) en átomos de hidrógeno y oxígeno. La compresión del hidrógeno permite el aprovechamiento de éste como combustible verde, sin emisiones. La producción prevista en Lloseta es de más de 300 toneladas anuales.

Por su parte, además de los usos apuntados con el hidrógeno, se estudia el aprovechamiento del oxígeno resultante de la electrólisis en bombonas sanitarias y de buceo, y para la oxigenación de piscifactorías. El agua para la electrólisis es el 10 % del volumen que utilizaba Cemex para fabricar cemento. En el proyecto participan Acciona Energía, Enagás, Redexis, Cemex y el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía, del Gobierno central, con el apoyo del Govern y otras 30 entidades. Además, el pasado miércoles, el Consell y Tirme anunciaron un proyecto para otro uso del hidrógeno: los camiones que transportan residuos desde las estaciones de transferencia a las plantas de tratamiento.

El objetivo es producir, en 2025, el hidrógeno necesario para su uso como combustible en una flota de seis camiones de transporte de residuos, en un ejemplo de circularidad: los camiones transportarán residuos que sirven para generar energía eléctrica. Ésta se aprovechará para producir el hidrógeno que, a su vez, alimentará los camiones. El presupuesto es de 11,6 millones de euros, que incluyen la compra de los seis camiones por un importe de 4,1 millones. Una parte del presupuesto será aportado por el Pla d’Inversions per a la Transició Energètica, con financiación europea. La autonomía de los camiones será de 375 kilómetros. El agua utilizada para la electrólisis procederá de depuradoras.
La capacidad del electrolizador será de 94 toneladas de hidrógeno al año y se calcula un ahorro de emisiones de mil toneladas anuales de CO2.

Los dos proyectos mencionados han sido declarados estratégicos por el Govern, al igual que otras dos iniciativas de producción de hidrógeno: en el Parc Bit (para suministro al propio parque tecnológico y a la UIB) y en es Murterar, en Alcúdia.