Nekane Domblás, Antoni Gurrera, Luis Martín, Carlos Bardavío y Vicente Tomás. | Jaume Morey

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La pandemia y la posibilidad de teletrabajar han provocado que en los últimos meses Mallorca haya pasado de ser la segunda residencia de un gran número de europeos a ser su domicilio principal. La Isla es ya un referente europeo en vivienda de ‘alto standing’, y la demanda sigue creciendo. Así se puso de manifiesto durante la primera mesa redonda de la jornada en la que participaron Luis Martín, presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Balears (Proiba); Antoni Gurrera, CEO de Grupo Ferrá; Vicente Tomás, arquitecto de SCT Estudio de Arquitectura, y Carlos Bardavío, socio responsable del área de Derecho Inmobiliario en KPMG Abogados. La mesa fue moderada por la periodista de Ultima Hora Nekane Domblás.

«La conectividad aérea es fundamental y también la seguridad física y sanitaria. Como pueden teletrabajar, muchas personas están convirtiendo su segunda residencia en la Isla en su residencia permanente. Como en Mallorca, también ha ocurrido en California, la Toscana, Sicilia, Oregón o Tulum», explicó Vicente Tomás con la anuencia de todos. Sin embargo, fueron claros al advertir que hay que tener cuidado de no morir de éxito. El CEO de Grupo Ferrá puso de manifiesto la paradoja que afecta al sector: requiere trabajadores cualificados para construir vivienda pero no los consigue porque no encuentran vivienda asequible.

Los ponentes fueron muy críticos con la falta de pisos para la clase media y exigieron soluciones a las administraciones. Carlos Bardavía pidió abrir la oferta a nuevas modalidades de vivienda como el build to rent, vivienda destinada al alquiler de larga estancia, o el coliving, es decir, viviendas con espacios compartidos. «Es un error dedicar el 50 % a VPO. La flexibilidad en la administración es cero», se quejó Vicente. Mientras que Luis Martín indicó que la Administración ha «entendido mal» la flexibilidad ya que ha convertido la defensa de la sostenibilidad en «prohibición».