Un niño se refresca en la fuente de s’Hort del Rei. | Pilar Pellicer

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Mallorca ha vivido este domingo una jornada de pesadilla, con las temperaturas más altas en lo que llevamos de año y una escalada de los termómetros a registros completamente anómalos para los que llevamos de año. Ayer se registraron varios récords históricos de temperatura en varios municipios y se superaron registros no vistos ni en verano.

Se han batido récords en varios municipios, como por ejemplo en Porreres, donde se han llegado a los 36,6 grados, por encima de la temperatura máxima alcanzada en pleno verano de 1986, que llegó a los 36,1. Lo mismo ha sucedido en Palma, donde no se registraba esta temperatura desde 2008, en Llucmajor desde 1953 y en Campos, desde 1990.

Las máximas se alcanzaron en Petra, municipio donde se superaron los 37 grados en plena primavera, pero el resto de la Isla no se libró de las temperaturas tórridas de estos días y el mercurio superó los 35 grados en Binissalem, Porreres, Manacor, Sineu, Campos, Santa Maria, Llucmajor, la UIB y la zona Son Bonet.

El día fue particularmente sofocante, pero también por la noche se llegaron a temperaturas propias de las peores noches del verano. Se vivió una noche tropical en muchos puntos de la Isla como Alfàbia, con 23 grados de mínimo; Capdepera y Andratx, que llegaron a los 21 y Banyalbufar, con 20 grados de mínima. En Palma se llegaron a alcanzar 19 grados.

Este episodio de calor extremo hizo que se decretara alerta amarilla por intenso calor, si bien la AEMET cree que, a partir de lunes, se relajarán los termómetros con la llegada de un frente con menor temperatura. Durante la semana bajarán los termómetros y se espera que el jueves el descenso sea acusado, con una máxima que rondará los 23 grados lo que implica un descenso brusco de más de 12 grados en muy pocos días. A partir del jueves, el termómetro vuelve a subir ligeramente, si bien no se alcanzarán las máximas que se han registrado durante estos días.