Se teme que esta regulación pueda perjudicar las contrataciones. | Yeko Photo Studio

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La menstruación en sí no es invalidante, en caso contrario es que existe un problema. En este premisa coinciden varias expertas sanitarias. Por este motivo que una ley asocie, por primera vez, la regla con el derecho a la salud de las mujeres no puede ser más que bienvenido para, al menos, hablar de ello. La secretaria de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género, Ángela Rodríguez, confirmó este viernes en Palma que las bajas laborales, sin límite de días, por menstruaciones con síntomas graves se incluirán en la ley del aborto que el Consejo de Ministros prevé aprobar el martes.

Lo primero que hay que saber al respecto es que este dolor tiene un nombre: dismenorrea. La matrona del hospital de Inca, Araceli Navas, explica que hay dos tipos. Por un lado, la primaria que es la que sucede después de la menarquia, la primera regla, cuando entra en funcionamiento el eje hormonal. «Hay dolor en el proceso pero no hay patología uterina y la anatomía pélvica es normal», comenta. Es más habitual en la adolescencia, «hasta que se establece el ciclo de la menstruación». Además, el dolor no se localiza únicamente en el bajo vientre, «también se asocia a otros síntomas con el cuadro postnáuseas, vómitos, cefalea…». La dismenorrea secundaria, sin embargo, tiene una patología asociada, por ejemplo, endometrosis, pólipos o una cirugía pélvica previa, «y se sufre desde entonces», añade Navas.

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«Precisamente, las asociaciones de endometriosos recuerdan a menudo que la regla no tiene que provocar un dolor incapacitante, si es así es que hay un problema. Lo que se necesitan son consultas rápidas para ver al ginecólogo y descartar alguna causa», explica la médico especialista en Son Espases, Elena Jiménez. Esta doctora afirma que «son dolores invalidantes que interfieren con la vida diaria y no se van con un Ibuprofeno». Y pone como ejemplo la diferencia notable entre un dolor de cabeza o una migraña, «que sí está regulado». Ambas profesionales indican que buena parte del debate nace porque el problema está subestimado, las mujeres culturalmente normalizan el dolor menstrual cuando no debería ser así. «Quizá, más que la baja remunerada, hay que buscar causas y encontrar soluciones», coinciden.

Más regulaciones. La nueva ley del aborto que, previsiblemente, apruebe el próximo Consejo de Ministros para iniciar la tramitación parlamentaria, incluirá la eliminación del IVA del 10 % en productos de higiene femenina como las compresas, los tampones o copas menstruales.

Repercusión laboral

De hecho, advierte la doctora Jiménez, «el dolor intenso necesita de un control médico». En la misma línea se expresa Xisca Garí, vicesecretaria general del sindicato UGT y Secretaria de Políticas Sociales e Igualdad: «si hay una dolencia que hace que no estés bien te dan una baja, de toda la vida», señala. Y es que este sindicato no ve clara la propuesta porque puede llegar a ser discriminatoria en las contrataciones «y ya lo estamos suficientemente con maternidad, por ejemplo», señala.

Garí señala que es un hecho la diferencia física y biológica entre el hombre y la mujer, por lo que pide «más estudios sanitarios con perspectiva de género, porque no se están haciendo». Desde UGT temen que esta regulación pueda servir de excusa para sumar «un machismo más» en el lugar de trabajo: «sólo falta que cuando una mujer esté enferma se burlen con un ‘es que está con la regla’». En cualquier caso, Xisca Garí advierte de que falta conocer el borrador de la ley, pues la propuesta oficial todavía no ha visto la luz. Precisamente alegando este motivo, la mayor patronal de empresas de Balears, la CAEB, ha rechazado pronunciarse.