Francesc Antich, durante el acto. | Jaume Morey

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La Autoritat Portuària de Balears (APB) contabilizó en 2021 unos ingresos de explotación de 84,8 millones de euros, de los cuales 58,1 millones correspondieron a la actividad náutica deportiva y gracias a esa línea de negocio la APB registró un saldo positivo del balance de 28,8 millones, según ha explicado el presidente el organismo portuario estatal en las Islas, Francesc Antich.

El volumen de negocio de 2021 será superado este año «ya que todas las previsiones hacen que nos movamos ya en las cifras de 2022, que fue un año muy bueno en gestión portuaria, tanto en tráfico como en mercancías». Antich ha dado a conocer que, pese a la pandemia, «las inversiones en los cinco puertos generalistas que hay en Baleares han crecido, de ahí los 27,8 millones del pasado año y los también 27,8 millones de 2020.

El presidente de la APB ha destacado que las bonificaciones al tráfico regular de pasajeros, mercancías y cruceros alcanzaron el pasado año los 18 millones. Pese a este balance positivo, Antich reconoció que en la APB hay toda una serie de deficiencias entre las que destaca la falta de personal. «La plantilla decrece y hay que tomar medidas, de ahí el plan de acción para solventar este problema y cubrir el déficit de personal, circunstancia que reconocemos es un problema», ha asegurado.

Sin embargo, a pesar de los buenos datos económicos registrados en los últimos años, con la excepción de la pandemia, Antich ha incidido en que no ha tenido efecto en las plantillas, que han ido disminuyendo, entre otras razones porque no se reponen las jubilaciones. Según los datos presentado, la APB cuenta a día de hoy con una plantilla de 316 persona, más 18 plazas pendientes de adjudicarse, frente a las 361 con las que contaba en el año 2008.

Francesc Antich ha explicado en que la APB está elaborando un estudio de las necesidades de personal que espera tener listo en dos o tres meses para plantear a Puertos del Estado ante la «cierta dificultad» que atraviesa del organismo. Según ha explicado, en los últimos años, la gestión ha evolucionado y se ha hecho cada vez más compleja en determinados departamentos. «La criatura ha crecido y se le quiere poner la ropa que llevaba hace 30 años», ha ejemplificado.