Estas conclusiones suponen el punto de partida para el futur Pla insular d’Infància i Adolescència. | Redacción Digital

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Uno de cada cuatro niños y jóvenes de Mallorca considera que no disfruta del tiempo libre en familia, mientras que dos de cada diez sostiene que su opinión no se tiene en cuenta en sus hogares, ha informado el Consell insular en una nota. Un total de 4.643 personas de la isla han participado en una serie de encuestas del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS), cuyo estudio pretende reflejar la situación del colectivo y apuntala las bases de lo que será el futuro Plan de la Atención y los Derechos de la Infancia y Adolescencia de Mallorca (PADIAM).

En este estudio han participado 1.335 personas de entre 10 y 17 años; 3.148 familias para recabar información sobre niños de 0 a 10 años; 122 personas del personal técnico del Govern, el Consell de Mallorca y ayuntamientos; y 38 profesionales de entidades relacionadas con la infancia y la adolescencia. Para elaborar este análisis, se han recogido respuestas de 53 municipios de la isla y datos de alumnado de más de 500 centros educativos, el 58,7 % de los cuales son centros públicos de primaria y casi una de cada cinco respuestas son sobre niños matriculados en centros concertados. Las primeras reflexiones de los participantes en estas encuestas han sido recogidas en la revista «Miradas hacia la infancia y la adolescencia».

Este primer análisis es el resultado de tres encuentros organizados por el IMAS en la Universidad de las Islas Baleares (UIB), en los que se concluyó que, en general, los niños tienen las necesidades básicas cubiertas y se sienten bien seguros en sus hogares (3,8 sobre 4), si bien echan de menos más tiempo de ocio con sus familias. Los niños y adolescentes de entre 10 y 17 años de Mallorca piden más información sobre alimentación saludable y diseño de menús y deporte.

Las niñas están más interesadas en saber más sobre la sexualidad y también son las más preocupadas por la salud mental, aunque ambos géneros muestran interés por estar bien emocional y psicológicamente. Los grupos más jóvenes confirman que en la escuela se sienten cuidados y que se les facilitan recursos para abordar las necesidades emocionales. En el centro educativo, la distancia emocional aumenta con los cursos. Destaca también la necesidad de herramientas para conocer mejor la ansiedad y la depresión.

Además, buena parte de las respuestas indican que la pandemia no ha cambiado mucho las relaciones, la dedicación a los estudios o actividades de ocio relacionadas con el centro educativo. Los resultados del estudio en el ámbito del maltrato recogen que el 30 % de las agresiones que reciben niños y jóvenes son verbales, que se dan mayoritariamente en el entorno escolar y en la calle, y que los principales motivos son las características del cuerpo, la ideología, la forma de vestir, los gustos y las aficiones.

De acuerdo con las respuestas de las familias, los niños consideran el municipio donde viven como un lugar agradable (89,7 %) y la valoración de los parques y espacios públicos es suficientemente buena, con una media de 3 sobre 4. Otro de las conclusiones de este estudio apunta a que los jóvenes echan en falta espacios donde puedan dar su opinión, una cuestión que también subrayan desde las entidades juveniles y que corroboran la necesidad de poner en marcha un Consejo de la Infancia y la Adolescencia, tal y como prevé la institución insular. En cuanto a su vida digital, un 74,6 % tiene cuentas abiertas en diferentes redes sociales y el 64,6 % considera que se les respeta la intimidad al utilizarlas. El informe detalla que un 57,5 % de los niños y jóvenes mallorquines encuentra que dispone de suficiente información sobre los posibles peligros del entorno digital.