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Desde que Gabriel Cañellas era el factótum de la única derecha balear, el PP siempre ha tratado de marcar perfil y de mantener un acento propio –en palabras de la secretaria general, Sandra Fernández–, una singularidad que ahora quieren recuperar con el nuevo presidente de la formación, Alberto Núñez Feijóo. Los ‘populares’ de las Islas han ido dando palos de ciego desde que Jaume Matas les dejó tirados para intentar ser feliz en Estados Unidos una vez comprobado en primera persona que Maria Antònia Munar ni olvida ni perdona. No han tenido suerte o acierto –o las dos cosas a la vez– al ir improvisando líderes. La apabullante victoria de José Ramón Bauzá nada tuvo que ver con sus méritos, como quedó acreditado en su mandato, sino con los deméritos de los otros y, ojo, con una situación económica muy, muy delicada. Ya se sabe: «Es la economía, estúpido».

En las relaciones entre la sede de Palau Reial y la sede de Génova se ha ido dando en estos últimos años un fenómeno singular que tal vez explique esa dificultad del PP balear para articular un discurso ideológico propio, coherente y sin fisuras que le conecte con la sociedad y que le dé la victoria en las urnas. Durante estos años ha habido una suerte de desconexión de modelo entre los líderes de Madrid y de Balears, una especie de incomodidad entre quienes mandan aquí y quienes lo hacen allá. José Ramón Bauzá tuvo que hacer tándem con Mariano Rajoy cuando él hubiera preferido probablemente a José María Aznar; Gabriel Company tuvo al otro lado del teléfono a Pablo Casado y no a Alberto Núñez Feijóo, como le habría gustado, y ahora Marga Prohens tendrá enfrente –o al lado, como se prefiera– a Feijóo y no a Pablo Casado, o incluso a Isabel Díaz Ayuso. Marga Prohens va a tener que hacer un ejercicio de modulación y de moderación del discurso del PP balear para acoplar su mensaje al de Feijóo sin dejar por el camino a aquellos ‘populares’, muchos en Balears, que ya veían a Ayuso en la séptima planta de la calle Génova.

El peso y la fuerza

Los ‘populares’ de las Islas vuelven del congreso a temperatura ambiente, con el mismo peso en la cúpula que el que tenían y con una conexión directa con la secretaria general, Cuca Gamarra, pero ahora tendrán que digerir el cambio de rumbo del PP y adaptarse a él. En Prohens se detecta la tentación de seguir el modelo Ayuso ‘sui generis’. Las formas pueden bastarle para convencer a esa parte de los suyos que no ven más allá de la presidenta madrileña. Pero si quieren añadir al proyecto del PP a quienes no lo son, algo fundamental para ganar elecciones y gobernar, deberá empezar a poner acento a ese discurso. No cabe la menor duda de que hay cambio en el PP y a él tendrá que adaptarse ahora la dirección balear.