Domingo Bonnín.

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El presidente de la Federació Balear de Confraries de Pescadors, Domingo Bonnín, vive con preocupación la situación a la que se enfrenta la pesca profesional en Baleares por diversos factores, pero sobre todo, por la escalada del precio del gasoil, que encarece de manera notable el coste de salir a faenar. «Muchos pescadores están pensando en varar sus barcas y dejarlo, porque se están asfixiando económicamente; ya venimos de una situación crítica, tras dos años de pandemia, y llevamos meses con el precio del combustible subiendo día a día», apunta Bonnín. Las cifras que maneja lo corroboran. «Hace tres meses, pagábamos el gasoil bonificado a 0,60 euros el litro; ayer estaba a 1,21 el litro, lleva tres meses sin dejar de subir».

Los pescadores de Balears no tienen previsto hacer un paro en protesta, como sí han anunciado otros sectores, pero para Bonnín «el efecto será el mismo que si paráramos; solo quedamos unas 300 embarcaciones de pesca, si paramos por no poder asumir el coste del combustible, y tampoco llega pescado de fuera por la huelga del transporte de mercancías, la semana que viene podría haber problemas de abastecimiento de pescado en las Illes».

Toni Llitra.

No es el único pesimista sobre lo que se cierne sobre la pesca. Toni Llitra, patrón del Nou Capdepera y miembro de la Cofradía de Pescadores de Alcúdia, es uno de los que se plantean en serio «varar el barco, con el que llevamos 31 años pescando, y poner al personal en el paro; las cuentas no salen, en marzo de 2021, llenar el depósito (1.650 litros) me costaba 800 euros, este 2022 he pagado 1.834 euros por ello y ayer ya superaba los 2.000 euros; y el precio que nos dan por el pescado no sube, esto es inviable».

Para traducir la situación al mercado, Llitra pone un ejemplo: «Nos pagan la gamba pequeña entre 11 y 18 euros/kilo, unos 20 euros para el consumidor; es lo mismo que cobrábamos el año pasado, cuando el coste del gasoil y del aceite se han triplicado». Para este pescador, esas mismas gambas deberían pagarse entre 30 y 40 euros/kilo para empatar con el coste de capturarlas, «y eso si no hay temporal».