El ‘Heureka’ fue vendido por cerca de 20 millones de euros por su fabricante en 2014 y hace unos años cambió de manos por 15 millones. Ahora se encuentra en Croacia y se alquila por semanas por un precio que ronda los 100.000 euros por siete días.

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Pasar por Gibraltar cuesta cuatro millones de euros. Los dueños del Heureka, una embarcación de lujo con bandera de las Islas Caimán y cuyo propietario es una empresa en la Isla de Man, tendrán que pagar a la hacienda de España más de cuatro millones de euros en IVA por mantener la embarcación en Palma y no declarar el impuesto tras el paso de la misma por el Peñón. La Audiencia Nacional ha confirmado la liquidación de este impuesto que Aduanas impuso después de descubrir el yate a vela en el Club de Mar y que el capitán les manifestase que en ese momento era su puerto base.

La liquidación ha tenido un recorrido largo desde que el barco pasó por Palma en el verano de 2014. En ese momento era un yate recién salido de unos astilleros de Holanda, donde fue vendido por casi veinte millones de euros. Sin embargo poco después salió del territorio aduanero de la Unión Europea ya que, antes de llegar a Mallorca, pasó por Gibraltar. Así, al regresar al territorio comunitario, la Agencia Tributaria entendía que se había producido un importación de un bien y que, por lo tanto, había que declarar el Impuesto sobre el Valor Añadido. Ese criterio fue ratificado más tarde por el Tribunal Económico-Administrativo Central.

La empresa propietaria recurrió ante la Audiencia Nacional porque entendía que no se había producido ninguna importación de un bien ya que había sido fabricado en Holanda y la propiedad tenía sede en territorio de la Unión en ese momento. Sin embargo, los magistrados también consideran que se produjo una importación que debía haber sido declarada: «Estamos ante una embarcación registrada en Islas Caimán a nombre una entidad establecida en la Isla de Man que salió del territorio aduanero al tocar Gibraltar y que se produjo una introducción irregular al poder considerarse como mercancía de retorno pues esto solo se aplica a los medios de transporte matriculados en el territorio aduanero de la Comunidad».

Es decir, al tocar Gibraltar y abandonar el territorio comunitario se produjo una exportación del barco y, al regresar, una importación que generaba la obligación del pagar IVA. «No puede considerarse mercancía de retorno una embarcación que llega sin cumplir formalidad alguna y mantiene a su llegada una bandera de un territorio situado fuera del territorio aduanero comunitario», concluye la resolución judicial. El Heureka, ahora conocido como Mirasol, es una embarcación de 48 metros de eslora que se alquila por semanas. El precio es de unos 100.000 euros por siete días. Tiene espacio para ocho ocupantes. Ahora mismo está de forma habitual en las costas de Croacia.

El apunte

El precedente de la embarcación del dueño de Volvo

Aduanas precintó el pasado verano el Cygnus Montanus, el velero del presidente de Volvo, Carl-Henric Svanberg, al que también reclamaba el IVA de la embarcación que, en este caso sí tenía bandera de la Unión. La situación, en este caso, acabó en un acuerdo y la Agencia Tributaria hizo una liquidación del impuesto con la que al final sí hubo una conformidad y se levantó el embargo que pesaba sobre el yate a vela que estuvo varias semanas sin poder salir del puerto.