Lorenzo Escalas Barceló. | S. Amengual

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Sus más allegados lo recuerdan como un luchador. Lorenzo Escalas Barceló (Santanyí, 1957) dijo adiós demasiado pronto. Su esposa Tania, entre lágrimas, se esforzaba este martes en homenajearlo: «Era una persona íntegra». Tras casi dos décadas al frente de Rex Motors, concesionario de BMW, Lorenzo Escalas era un personaje especialmente conocido en el sector de la automoción, que para él siempre fue algo más que un trabajo. Una pasión.

Cinturón negro de judo, otra de sus grandes aficiones, Escalas cursó estudios universitarios en Barcelona. Licenciado en Ciencias Económicas, el automovilismo y los deportes náuticos también fueron dos de sus grandes motores vitales. Fue también armador del BMW Rex Motors, que compitió durante varios años en la clase Platú 25 patroneado por Manu Weiler.

Después de su etapa al frente del concesionario de BMW, Escalas dirigió una consultora especializada en la compraventa de empresas y negocios. Padre de dos hijas, Virginia y Margalida, su hermano Damián también ensalzaba dos rasgos: «Era un luchador, una buena persona».