UCI del hospital de Son Llàtzer. | miquel a. cañellas¶

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La Sociedad Balear de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Sbmiciuc) ha alertado de la saturación de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y del agotamiento y la precariedad laboral del personal. En un comunicado, la entidad ha pedido que no se de la espalda a la gravedad de la situación de las unidades de críticos y ha asegurado que a la falta de camas se suma la falta de personal. Estas deficiencias, han argumentado, afectan no solo a los enfermos de COVID-19, sino también a todos los pacientes de cualquier otra patología que precisen ingreso y asistencia en una UCI. Los profesionales han apuntado que a pesar del «enorme y constante esfuerzo» de los médicos intensivistas, las carencias tienen consecuencias negativas en la calidad de la atención a los pacientes.

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Los médicos intensivistas han lamentado igualmente que «de manera continua» se han visto abocados a aumentar las horas de trabajo y el número de pacientes a los que atender en sus turnos. Así, han advertido del «agotamiento físico» general y del cansancio y la frustración que sienten ante las condiciones enlas que se ven obligados a trabajar.

Además, han añadido, en línea con lo que sucede en otros sectores, y a pesar del contexto de necesidad de profesionales, el colectivo sufre un alto grado de precariedad laboral que genera falta de estabilidad en el trabajo y malestar ante esta incertidumbre. Asimismo, han advertido que los servicios de salud están «al límite y al borde de la extenuación» con cirugías canceladas y retrasos en consultas que repercuten en la precocidad de diagnósticos y tratamientos que pueden ser decisivos en la evolución de los enfermos.