Uno de los aspectos de la división es el reparto de los fondos Next Generation de la UE para subvencionar el cambio de camas. | M. À. Cañellas

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La asamblea general extraordinaria de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) y de la Agrupación de Cadenas Hoteleras (ACH) analizaron este lunes por la tarde la reforma laboral y la nueva ley turística que impulsa el Govern para modernizar la oferta de alojamiento con criterios de circularidad y sostenibilidad empresarial. La forma en que se está debatiendo la norma y los acuerdos y consensos que se están alcanzado con el Govern han provocado la división entre de los medianos y pequeños hoteleros con las grandes cadenas en Mallorca, Menorca, Eivissa y Formentera.

Uno de los aspectos que incide en esta división es el reparto de los fondos Next Generation de la UE para subvencionar el cambio de camas en los próximos seis años, cuyo calendario beneficia a las grandes cadenas en detrimento de los pequeños hoteleros de las Islas por las tensiones de tesorería que les va a generar. Este cambio de camas, cifrada en 300.000 por el Govern, supondrá una inversión global de 150 millones de euros para incorporar camas elevables y mejorar, con ello, el trabajo de las camareras de piso en los establecimientos.

El problema radica en que muchas empresas han realizado fuertes inversiones de modernización en los años previos a la pandemia para ser competitivos y tienen que hacer frente a corto y medio plazo a los períodos de amortización fiscal y financiera. En la asamblea de la FEHM, que transcurrió en un clima de distensión absoluta, la ley turística sirvió para poner de manifiesto la diferencia de posturas, aunque en el transcurso de la misma se evitó entrar en polémica alguna, más aún cuando la nueva norma está en fase de negociación y todavía no se han tocado temas claves como el de la nueva catalogación hotelera, cuyo contenido se desconoce pese a estar ya pactado.

Los pequeños y mediados hoteleros desconocen las negociaciones que se están llevando a cabo, pero el conseller de Treball i Turisme, Iago Negueruela, alaba la predisposición hotelera para llegar al máximo consenso. Las grandes cadenas, entre ellas Meliá, han valorado de forma positiva el contenido de la ley porque se entronca dentro de su estrategia de implementar al máximo todos los servicios hoteleros y la mejora de la calidad laboral. Su esfuerzo financiero es muy inferior al del resto de hoteleros.