Ministras, agentes sociales y económicos y representantes del Govern, en el Museo Reina Sofía de Madrid.

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La letra pequeña, una vez más, se va a convertir en el caballo de batalla entre Govern, patronales, agentes sociales y las empresas hoteleras en los próximos meses para consensuar una ley turística que quiere «dar la vuelta a la tortilla», tal y como enfatizó el director técnico de la Fundació Impulsa, Antoni Riera. Así lo dijo en su intervención ante la cara expectante de las ministras Reyes Maroto y Yolanda Díaz, así como de los secretarios generales de CCOO y la UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, respectivamente. Una cosa es dar a conocer el camino a seguir apuntando cuatro o cinco pinceladas    y otra, muy diferente, marcar una línea de consenso para que todos los parámetros de la nueva ley sigan adelante con fondos europeos y aportación privada.

El conseller de Turisme i Treball, Iago Negueruela, ya apuntó que la transformación por la que se ha apostado para mejorar el modelo turístico «va a ser cara». No dio más pistas, pero será millonaria a tenor de lo que se quiere cambiar. El sector hotelero estuvo representando en el acto, entre otros, por Gabriel Escarrer Jaume, Carmen Riu, Abel Matutes Prats, así como por Antoni Horrach, Gabriel Llobera y Maria Frontera. El marco elegido por la presidenta Armengol fue más que premeditado a dos días de que se inaugure la feria turística Fitur. El Govern quiere aprovechar este evento internacional para posicionar a las Islas como destino seguro, sostenible y de 365 días. El contar en las Islas con la sede de las principales multinacionales de la hotelería vacacional es un plus que no tienen otros destinos.

Carmen Planas, Gabriel Escarrer Jaume y la presidenta Armengol.

Lorenzo Navarro, de UGT; la ministra Yolanda Díaz y las representantes de las Kellys.

La responsable de turismo en la CEOE, Inmaculada de Benito.    Fotos: CAIB y R.C.

En este suma y sigue de eventos en Madrid, hoy tiene lugar el XI Foro de Exceltur que en opinión de los empresarios se ha cargado en exceso en cuanto a contenidos con la que está cayendo. Hay temor a la ómicron y algunos empresarios ya vienen preparados por si tienen que quedarse confinados en la capital madrileña. El interés es preservar la actividad turística y la economía que genera, pero en Milán y Berlín se mira con cierto escepticismo este salto al vacío dado por el organizador de Fitur, Ifema.