Un cliente adquiere uno de los tests dispensados por las farmacias, este sábado en Palma. | Teresa Ayuga

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La esperada regulación del precio de los test de autodiagnóstico de antígenos ya es una realidad en Balears. El Gobierno aprobó limitar la venta de éstos a 2,94 euros como máximo y los consumidores, aunque se muestran contentos por la bajada del precio, insisten en que la medida se tendría que haber llevado a cabo mucho antes, sobre todo previamente a las fiestas de Navidad, cuando la demanda ha sido más alta debido a los contagios de la variante ómicron y las reuniones sociales.

Desde las farmacias explican que el volumen de ventas se ha incrementado respecto a los últimos días, pero no de manera exagerada. Algunos usuarios esperaron a este sábado para poder comprar el test más barato, e incluso aprovecharon para llevarse más de uno a casa. Las boticas criticaron también que la regulación se tendría que haber implantado desde el primer momento para poder realizar la previsión de compra, ya que ahora tienen que vender el producto a un precio menor de su coste.

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Medida necesaria

España ha sido uno de los últimos países europeos en pasar a la acción. En la gran mayoría, además de encontrar los test en supermercados como alternativa a las farmacias, en algunos casos también se suministra de forma gratuita. La medida se ha llevado a cabo teniendo en cuenta los precios de venta de las distribuidoras, el margen de beneficio, el precio de venta al público y el de los países vecinos.

Desde el Col·legi de Farmacèutics de Balears, su presidente, Antoni Real, valora la nueva medida como «muy necesaria». La regulación del precio de los test, que es un producto exento de IVA, «se tenía que hacer» y añade que ésta «ha llegado un poco tarde, pero esperamos que sea para bien».
Con esta iniciativa se pretende que «este producto pueda llegar a todo el mundo en condiciones accesibles, sobre todo por la parte económica», comentó Real, que puntualizó que es importante evitar lo que ha pasado estas últimas semanas, en las que algunas las farmacias se han quedado sin existencias y, al final, «el que lo ha pagado ha sido el consumidor», apuntó.

Durante diciembre y la primera semana de enero, a nivel nacional, se han vendido unos 20 millones de unidades de test de antígenos, y según avanzó Real, se espera que en las próximas semanas se puedan acabar de vender los test comprados a un precio superior para volver a comprar a sus distribuidores.