Obligatoriedad. Los bares y restaurantes tienen la obligación de solicitar el certificado a todos sus clientes, aunque al principio las peticiones y comprobaciones fueron muy laxas. | Josep Bagur Gomila

TW
47

Un total de 19.378 residentes de Baleares, mayores de 12 años, se han vacunado de primera dosis desde que el pasado 29 de noviembre el Consell de Govern aprobara la necesidad de presentar el certificado COVID para acceder a restaurantes, o locales de eventos con aforos superiores a 50 personas. Pese a que la obligatoriedad no entró en vigor hasta el 4 de diciembre, en seguida se produjo el efecto llamada. Los mismos trabajadores de salud se sorprendieron ante las colas formadas el viernes previo, y eso que la medida llegaría a ser todavía más restrictiva con posterioridad, cuando, al subir de nivel de incidencia, se incluyeron a otros establecimientos independientemente de su aforo.

El 5,2 % de estas casi 20.000 personas que cambiaron de opinión son jóvenes de entre 12 y 15 años. El pasaporte COVID también ha logrado convencer este último mes al 3 % del colectivo de personas de entre 16 y 19 años y a otro 3 % de la franja de veinteañeros.
La cifra de vacunados con primera dosis desde que se puso en marcha esta medida es casi el doble si se compara con el mes anterior. Es decir, en todo el mes de noviembre apenas se suministraron 11.305 inyecciones. Por otra parte, cabe recordar que dentro de estas fechas, en concreto el 13 de diciembre, se abrió la vacunación para los niños de entre 9 y 11 años. Contándolos a ellos, cuya decisión no está tan relacionada con el uso ampliado y obligatorio del pasaporte COVID para el ocio, desde el 29 de noviembre se habrían vacunado de primera dosis 33.685 personas, 14.307 más.

Rechazo

Noticias relacionadas

La implantación del pasaporte COVID es una medida pensada, no para reducir los contagios que como se ha visto sería ineficaz, sino para incentivar la vacunación entre la población indecisa. Si bien ha logrado convencer a casi 20.000 baleares sigue habiendo 26.665 personas que han rechazado de forma explícita participar en la campaña de prevención para la salud pública. Según ha explicado en varias ocasiones la responsable de la vacunación en las Islas, Eugenia Carandell, son personas con las que el IB-Salut habría contactado en varias ocasiones con una negativa por respuesta y que ya se han registrado como rechazos en el sistema.

Hasta el momento en Balears se han vacunado, con la pauta completa, un total de 925.642 personas, es decir, el 82,71 % de la población diana que ahora ya son los de más de 5 años. Mientras que 958.750 llevan puesta la primera dosis. Desde que se iniciara la campaña en Balears, el pasado 27 de diciembre de 2020, se han suministrado 1.962.367 dosis de la vacuna contra la COVID-19.

Proceso

Al principio, la campaña eran tan lenta como exasperante. Las vacunas llegaban en cuentagotas y se destinaban a las franjas de edad o población más vulnerable. Teniendo en cuenta que Balears es una de las comunidades con el censo más joven del Estado, durante meses fue a la cola de vacunación. A medida que fueron llegando dosis, Salut pudo poner en marcha la primera campaña de vacunación masiva, que sacó de los centros de salud. El ritmo para poner inyecciones se fue incrementando en verano cuando se vio el punto de inflexión y empezó a bajar el pico de vacunaciones diarias. El reto sigue siendo incentivar a los que faltan porque aunque no habrá inmunidad de rebaño por el suero, sí ha demostrado con creces que protege ante el desarrollo grave de esta nueva pero ya tan conocida enfermedad.

El apunte

Reina: «Ómicron se ha convertido en el virus más infeccioso, acabaremos todos contagiados»

«La variante ómicron del SARS-CoV-2 ya es más contagiosa que el sarampión», advierte el jefe de virología de Son Espases, Jordi Reina. Si de un solo caso de sarampión pueden infectarse 15 personas cada 12 días, la ómicron infecta a seis cada 4, es decir, según este experto a los 12 días habría generado 216 casos más. «Es el virus más infeccioso en este momento. Tiene el récord. Acabaremos todos contagiados», considera. Lo que, según Reina es bueno por su poca afectación y gracias a la vacuna. «Si es la cepa definitiva, será una gripe epidémica».