La llamada de Azaña se produjo desde el rascacielos de Telefónica. | Fundación Telefónica

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Si estas Navidades van a ir ustedes por Madrid, recuerden que uno de los museos más interesantes de la capital es el de Telefónica, en el rascacielos (1929) de la Gran Vía, se entra por la calle Fuencarral. Cuenta con una colección de aparatos —que ya son arqueología industrial— de los segundos comienzos de la telefonía en nuestro país, cuando nació la Compañía Nacional de Teléfonos de España (CNTE).

También atesora 12.000 fotografías históricas de los años veinte y treinta del siglo pasado en las que se aprecian cómo se levantaron, incluso en los lugares más recónditos e inhóspitos de España, las líneas y redes telefónicas con sus cuadros e instalaciones en los pueblos grandes y ciudades, y sus oficinas, equipos automáticos, mesas de pruebas, etc.

En este archivo hay unas cincuenta fotografías de Mallorca o relacionadas con nuestra Isla siendo, tal vez, la más simbólica aquella en la que el presidente del Consejo de Ministros de la República y presidente de la Segunda República, Manuel Azaña, llama por teléfono desde el recién construido rascacielos en la Gran Vía (Madrid) de la Compañía Nacional de Teléfonos a las autoridades de Palma, dando así por inaugurado el servicio telefónico automatizado entre la Península y su Isla adyacente.

El 25 de agosto de 1924 el gobierno de Primo de Rivera mediante adjudicación directa otorgó a la Compañía Telefónica Nacional de España, creada el 19 de abril de 1924, la concesión del servicio de telefonía en nuestro país. Entonces aquella Telefónica dependía casi completamente de la potente empresa estadounidense ITT y su nacionalización se produjo con Franco, en 1945, tras un enfrentamiento fuerte de aquel régimen con la multinacional estadounidense.

En 1921 había 626 abonados en Mallorca que disfrutaban de redes urbanas muy locales y limitadas administradas por ayuntamientos o pequeños concesionarios. La primera red urbana se montó en Madrid en 1885, tenía unos 50 abonados. En 1924 todavía no se podía hablar entre Madrid y la posesiones españolas en el norte de África (lo que contribuyó más, si cabe, al desastre de Annual) y en 1928 se crearon los distritos telefónicos incluyéndose Balears dentro del distrito de Barcelona, que dirigía Modesto Gil Nieto.

Una mujer habla por teléfono. FOTO: Fundación Telefónica

En 1930, a diferencia de otras capitales españolas, Palma todavía no tenia automatizado el servicio urbano aunque pronto se conseguiría hacerlo, en los primeros años de la República, pudiéndose llamar de la Península a Mallorca y viceversa. La Compañía Telefónica mando, en 1928, a Mallorca al fotógrafo Luis Ramón Marín, uno de los mejores fotoperiodistas de su tiempo, para que dejara constancia de los progresos de la telefonía en la Isla y esa es la historia de las fotos.