Edmundo Bal, en su despacho del grupo parlamentario de Ciudadanos. | R.L.

TW
20

Edmundo Bal (Huelva, 1967), que clausurará mañana en Palma la convención autonómica de Cs que se inaugura este sábado, no se incorporó al partido hasta 2019. Eso le deja fuera de episodios polémicos de la formación pero le da pie a afirmar que quien ahora es militante del partido lo es por plena convicción y porque sabe lo que quiere.

Más allá de la situación concreta de Catalunya, Cs miraba a la socialdemocracia. Ahora se abraza al liberalismo. ¿Por qué?
— Cuando me incorporé en 2019 tuve claro que este partido bebía de fuentes liberales. Y que era capaz de colaborar y llegar a acuerdos. Comprendo que en España es difícil explicarlo porque no ha habido, en el siglo XX, una formación liberal clave. Estamos aquí, entre otras cuestiones, para que PP y PSOE se sienten y lleguen a acuerdos.

También Cs ha tenido en Balears sus más y sus menos. ¿Qué mensaje traslada a la convención?
— Que la gente que ahora milita en Cs sabe muy bien por qué está aquí. Después de la Opa hostil del PP, la gente que se ha quedado está plenamente convencida. El PP compite con Vox por ver quién es más radical y lo mismo hace el PSOE con Podemos.

Y ustedes en el centro, claro.
— Somos la opción liberal, decisiva en otros países como Alemania y, de alguna manera que recoge la herencia de Suárez y de la Transición. He participado en más reuniones como la de Palma. En todas, te encuentras con gente con ganas. Si te atacan de fuera, te unes dentro.

Salvo en el Consell d’Eivissa, donde puede cambiar mayorías, Cs es políticamente irrelevante.
— Es que no hay que hablar sólo en clave aritmética. Un proyecto político va más allá de las elecciones más próximas. Lo relevante es que tenemos claras las propuestas. Somos gente preparada, venimos de la sociedad civil. Lo importante es tener claro lo que queremos, tener un discurso claro. Mire, en Balears, el PP coquetea mucho con el nacionalismo, diga lo que diga. Y nosotros queremos unidad territorial sin privilegios.

Entonces no apoyarían un régimen especial para Balears.
— Sí que lo apoyamos. Una cosa no quita la otra. Hemos estado de acuerdo desde el primer momento y presentado enmiendas, aunque nos las bloqueen, para que los funcionarios destinados las Islas tengan mayor retribución. Balears tiene un hecho diferencial que es la insularidad y Cs lo reconoce.

¿Estaría Cs en un gobierno presidido por Marga Prohens?
— Esa decisión se tiene que tomar desde Balears. Le recuerdo que ha habido comunidades en las que les propusimos ir juntos, aunque seamos opciones diferentes, para frenar a los separatismos. En Balears, el PSOE se apoya en ellos.

¿Y aceptarían gobernar con Vox?
— Nunca. No aceptamos opciones de extrema derecha populista en los gobiernos. Que apoyen ellos a quien quieran.

¿Cómo valora la gestión de Patricia Guasp en Cs Balears?
— Hace un trabajo excelente. Además, forma parte de la dirección estatal y eso facilita mucho la toma de decisiones.

El apunte

Dos días para marcar el rumbo

La convención autonómica de Cs, primera desde que Patricia Guasp (en la imagen) es coordinadora, se prolongará durante dos días. Se celebrará una decena de debates monográficos y concluirá con una serie de propuestas que marcarán el rumbo liberal del partido naranja. Todavía no se elegirán candidaturas ni se fijará el programa electoral.