Dos agentes dialogan con dos de los okupas del polémico edificio. | Laura Becerra

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Unos treinta vecinos de la conocida como ‘casa del terror’ (calle Manacor 63) participaron este sábado por la tarde en una concentración no autorizada para protestar por la alta conflictividad que causan los okupas del inmueble.

El edificio es un foco de problemas, peleas, drogas, prostitución, refugio de menores fugados, ruidos y enfrentamientos con los vecinos. Tres de los residentes en el polémico edificio (dos hombres y una mujer de unos treinta años) se situaron en el umbral de la puerta para observar la concentración.

El activista Toni Estela se colocó en la calle entre el edificio y la acera donde se llevó a cabo la concentración para grabar un video en directo con su teléfono. Rápidamente, los agentes indicaron a Estela que se retirase para no provocar un conflicto con los okupas. A parte de este episodio, no se registraron situaciones de tensión a lo largo de la concentración.