Comienza a notarse un aumento de la clientela cuando llegan temporadas vacacionales. | Redacción Local

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Los clientes de prostitución en Baleares prácticamente se duplican cuando llega la temporada de verano, un fenómeno que se atribuye al aumento de la población flotante y de residentes temporales en las Islas.

Así lo ha explicado en declaraciones a Europa Press el profesor de la Universitat de les Illes Balears (UIB) Lluís Ballester, miembro del Grupo de Investigación y Formación Educativa y Social.

En detalle, el número de clientes estables de servicios de prostitución en las Islas se estima en 70.000 personas. Comienza a notarse un aumento de la clientela cuando llegan temporadas vacacionales como Semana Santa, pero este año ha sido en el mes de agosto cuando ha habido más entradas y la actividad ha aumentado considerablemente.

Se estima que en Baleares, alrededor de 2.500 personas --la gran mayoría mujeres-- se encuentran en situación de prostitución en los momentos de mayor pico, es decir, cuando aumenta el número de población. En cualquier caso, ha aclarado, la cifra nunca baja de 700 personas víctimas de prostitución en las Islas a lo largo del año.

«Donde hay turismo, hay prostitución»

Desde Médicos del Mundo han explicado que, en lo que va de año, se ha notado un descenso en las cifras de prostitución, sobre todo si se comparan con los datos de 2019. Según ha indicado una voluntaria de la ONG, esto se debe a que la pandemia ha hecho descender el número de mujeres que llegan de otros países, «ante la imposibilidad de salir» de su territorio. No obstante, «las personas que residen en Baleares siguen funcionando igual», ha añadido.

Concretamente, Médicos del Mundo atendió en 2019 a 554 mujeres nuevas víctimas de prostitución, un dato que se vio considerablemente reducido en 2020, cuando atendieron a 288 mujeres. En cuanto a las cifras de 2021, hasta el día 15 de agosto fueron atendidas 237 víctimas de prostitución.

«Se ha bajado mucho respecto a 2019, pero ahora es cuando se nota el incremento», ha explicado la voluntaria, que relaciona dicho aumento a la apertura de los hoteles y a la recuperación de la actividad económica. «Baleares es un foco de turismo y la prostitución está muy enfocada a ello; donde hay turismo, hay prostitución», ha destacado.

La ‘prostitución oculta' en Baleares

Uno de los efectos que la pandemia ha tenido sobre la prostitución es el traslado de la actividad a los pisos, ya que las restricciones dificultaban su práctica en los clubes de alterne o en la calle.

Esto, sumado a la aparición de las nuevas tecnologías, ha provocado una mayor descentralización de la prostitución, haciendo cada vez más difícil el seguimiento de las víctimas: es lo que se ha bautizado como 'prostitución oculta' o 'deslocalización'.

«Es más complicado acceder a estas mujeres, que están ahora más desprotegidas porque están solas y son trasladadas con mayor facilidad», avisan desde Médicos del Mundo.

Por su parte, el profesor de la UIB ha añadido que se trata de «un proceso de deslocalización y ocultación imparable que ha venido para quedarse», ya que «el modelo de prostitución artesanal está desapareciendo». En este sentido, la prostitución en pisos y en las páginas web --los dos nuevos métodos deslocalizados-- son los que más están creciendo en las Islas y, en general, en toda España.

«En Baleares, la mitad de la oferta está en la web», precisamente porque estas nuevas modalidades de captación «se quitan de encima el control visual y de las fuerzas de seguridad, por lo que la rentabilidad es absoluta» y su seguimiento, mucho más complicado.

Alerta por el aumento de la prostitución en menores

Ballester ha valorado también un posible aumento de la prostitución en menores --aunque no hay datos exactos-- a causa de la «difuminación de las edades límites», especialmente por la pornografía y las redes sociales, y ha alertado de la desaparición, cada vez mayor, de víctimas de prostitución a causa de esta deslocalización.

«La cantidad de desaparecidas es importante, no ha dejado de subir», ha añadido el profesor, asegurando que muchas son adolescentes o chicas jóvenes.

Menorca, ¿libre de prostitución?

En cuanto al caso particular de Menorca, Ballester ha asegurado que en un primer momento se pensaba que era una isla «libre de prostitución», ya que esta práctica apenas se daba en la calle.

Sin embargo, con la llegada de las nuevas tecnologías y la prostitución en páginas web, la isla ha experimentado, «de golpe, una transición a la prostitución oculta».

Perfil de las víctimas y del cliente

Según Médicos del Mundo, la mayoría de las víctimas de prostitución en Baleares son mujeres procedentes de Latinoamérica, Europa del Este --especialmente Rumanía-- o de África, aunque el número de africanas «ha bajado bastante» este año.

En la misma línea lo ha expresado la fiscal de Extranjería de Baleares, Concha G. Prado, quien ha destacado, además, que la forma de captación va cambiando según la nacionalidad. Por ejemplo, en el caso de mujeres nigerianas, es habitual que se utilicen ritos religiosos que, para ellas, «tienen mucha trascendencia».

Por otro lado, para las mujeres de nacionalidad rumana es común «la cinta del novio», por la que «el tratante simula una relación sentimental que la víctima considera como real».

Además, «las víctimas de prostitución son siempre generalmente mujeres o mujeres trans», lo que representa «una manifestación más de la violencia de género», según la fiscal. Sobre el colectivo trans, las fuentes de Médicos del Mundo consultadas aseguran que, aunque no tienen una presencia mayoritaria en el ámbito de la prostitución sí son uno de los más vulnerables.

En cuanto al rango de edad, el más numeroso se corresponde a mujeres de entre 35 y 44 años, aunque la población de entre 45 y 54 años «ha subido bastante este año a causa de las condiciones laborales precarias», según Médicos del Mundo.

Respecto al tipo de cliente, la fiscal indica que «España es uno de los países que más clientela tiene en materia de prostitución» y que hay una gran variedad de perfiles, aunque también «mucha presencia española».

Seguimientos telefónicos y vacunación

En 2020, a causa del estallido de la pandemia del coronavirus, Médicos del Mundo ofreció un servicio de seguimiento telefónico a las víctimas de prostitución, con el objetivo de cubrir «todas las necesidades que les fueran surgiendo». Además, se contrató a una psicóloga especializada en traumas y a un abogado que les ayudaba en temas jurídicos, «dos figuras que eran muy necesarias».

Por otro lado, Médicos del Mundo proporcionó a estas víctimas de prostitución todo tipo de material sanitario, como gel o mascarillas, y también preservativos o lubricantes, entre otros.

«También se ha hecho mucha incidencia en la importancia de la vacuna», ha añadido la voluntaria, ya que muchas de las víctimas tienen problemas para acceder a los centros sanitarios de Baleares, pero son mujeres «muy expuestas y muy poco protegidas».

Medidas y propuestas

Médicos del Mundo ha hecho especial hincapié en la necesidad de conseguir «políticas que logren abolir la prostitución y la explotación sexual, siempre desde una perspectiva de género», así como trabajar en el ámbito de la educación a los jóvenes para hacer desaparecer esta lacra social.

Asimismo, el profesor de la UIB Lluís Ballester ha nombrado varias estrategias complementarias «que deben formar parte de este diagnóstico», como son el trabajo en red con todas las organizaciones, el teléfono 24 horas, la persecución del delito o la mejora del apoyo legal, entre otras.