Miquel Lliteres, quien se muestra crítico con la subida de las tarifas. | P. Pellicer

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La subida de la luz está siendo un dolor de cabeza para los empresarios que tienen que mantener, a niveles muy altos, el aire acondicionado, primero para conservar los alimentos y, segundo, para atraer clientes que necesitan refugiarse de la ola de calor.

Si ayer se batió un nuevo récord en el precio de la luz por quinto día consecutivo, hoy la situación no aflojará mucho, y ya estiman una subida en la factura del mes de más del 30 %. «Esto nos supone muchas pérdidas. Después de lo que nos ha pasado por la pandemia, ahora solo nos faltaba esto. El Gobierno no tiene consideración», señala Gabriel de la Cruz, socio de la cafetería UMI.

«Ahora solo nos faltaba la subida de la electricidad»
Gabriel de la Cruz ha recibido esta semana muchas llamadas para pedir si tiene el aire puesto. FOTO: Pilar Pellicer

Un negocio como el de Gabriel, y en verano, no llega a los mil euros. Pero con la subida del precio de la luz prevé un incremento de más de mil. «Las eléctricas son una mafia», expresa contundente. Algo más exagerado ocurrirá en la heladería de Filippo Crocé, quien pronostica «unos 6.000 euros de gastos». Con el aire acondicionado puesto, y los refrigeradores encendidos las 24 horas para conservar los pasteles y los helados, «este gasto podría suponer que despida a un trabajador». Se muestra, además, duro con el Govern y apoya que los negocios afectados reclamen este sobrecoste.

«Ahora solo nos faltaba la subida de la electricidad»
El empresario Filippo Crocé asume cada mes grandes gastos debido al tipo de productos que vende. FOTO: Pilar Pellicer

Alternativas

Los empresarios y trabajadores se muestran en contra del incremento del precio de la luz, que les ha pillado de imprevisto y más que alternativas vislumbran «soluciones» de última hora. La panadería que regenta Miquel Lliteres, Blat Madur, tiene sus más de 3.000 euros mensuales en gastos, sobre todo de la electricidad. Una de las alternativas que ve, si el precio de la luz no comienza a bajar, será aumentar los precios: «Lo que hacen las eléctricas es, al final, castigar al consumidor», opina.

Angie Sánchez, empleada de una heladería, contabiliza hasta nueve congeladores y un obrador de helados en este modesto establecimiento. La factura media de luz puede oscilar entre los 900 y 1.300 euros. Para la siguiente notificación esperan, mínimo, un 20 % más.

Otra medida que plantean algunos es «cerrar antes el local para reducir gastos», menciona Tania El Kechebour, que regenta un bar en Palma. «Solo el 50 % de la factura es de la electricidad y llega a los mil euros. Me parece fatal que se suba el coste», critica.

«Ahora solo nos faltaba la subida de la electricidad»
La gerente del bar La Tapita, Tania, regula el aire acondicionado. FOTO: Pilar Pellicer

También preocupa el consumo en el hogar. La mayoría de estos empresarios esperan con incertidumbre la «sorpresa» que llegará al domicilio. «Yo lo notaré más en mi casa, que no en el negocio», confiesa Eva Rodríguez, propietaria de la perfumería low cost Refan.

Asegura que, «al no poder poner aire acondicionado en la fachada, los gastos de luz no superan los 75 euros», aclara.

Por su parte, Roberta trabaja en una tienda de ropa donde sí cuenta con climatización. «Todavía no tengo claro el coste que supondrá, pero estoy preocupada. Me espero un 30 % más», subraya. En su caso, va a buscar otras alternativas como «pasarme a la energía renovable sobre todo por su filosofía. Con todo lo que hemos vivido, esta subida me parece una barbaridad», prosigue.

Ante la intriga de ver la factura, hay quien no descarta denunciar esta «injusticia» por parte del mercado energético (pool eléctrico). Por ahora, valoran continuar «como se pueda».