Nuria García frente a uno de los póster científicos que ha elaborado.

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Se buscan voluntarios para participar en un estudio que permita desarrollar alternativas en la terapia contra el dolor lumbar. La interesada es la fisioterapeuta Nuria García Dopico, que forma parte del Grupo de Investigación en Neurociencia Cognitiva-Afectiva y Psicología Clínica de la UIB. Ahora, como parte de su tesis doctoral, desarrolla un estudio enfocado a comprobar si la conciencia corporal de la espalda es un factor que interviene en el dolor lumbar crónico.

«La conciencia corporal es la imagen que una persona tiene de su cuerpo en el cerebro», describe García. «A partir de ella construyes tus relaciones a nivel motor con el mundo», añade. «En el cerebro está la representación de cómo nos vemos y con el proyecto queremos saber si el sentido de la posición, de cómo te mueves, o cómo te relacionas a nivel motor con el mundo influye en el dolor crónico para tratarlo después de forma específica».

El proyecto está dirigido a personas de más de 18 años que en la actualidad sufren de dolor lumbar desde hace más de seis semanas seguidas o en episodios recurrentes; pero también a quienes nunca han tenido este tipo de dolencia o, a un tercer grupo, que lleve sin lumbago los últimos seis meses o sin ningún episodio grave en dos o más años.
El estudio cuenta con el dictamen favorable del Comité de Ética de la Investigación de Balears y se encuentra en fase 1 de validación del cuestionario.

Para participar se puede contactar con el teléfono 971259885. Y la primera parte requiere responder a un formulario online, a través de Google forms, de una duración aproximada de 20/25 minutos.

Posteriormente, tras una semana, se recibe un segundo formulario que viene a validar el primero, de una duración estimada de tres minutos.

Lo ideal es que participen unas 250 personas, la mitad pacientes con lumbalgia crónica y la otra mitad que no lo sean.

Una vez conseguido este hito se entraría en la fase 2, prevista para el último trimestre del año. «Haremos una evaluación neurofisiológica gratuita a los participantes que nos permitirá analizar el potencial de una nueva forma de terapia», explica García.

Pero primero hay que comprobar los efectos de la conciencia corporal en el dolor físico. «El cerebro activa áreas relacionadas con la posición, la sensibilidad, el equilibrio... Antes de realizar un movimiento. Si tienes deteriorada la conciencia, influirá en cómo el cerebro procesa los movimientos y repercutirá en la rehabilitación», dice la teoría. De comprobar la relación «podremos diseñar tratamientos directamente enfocados en mejorar estos déficit».

Nuria García explica que ahora mismo el tratamiento para la lumbalgia crónica tiene tres patas: la alteración física, es decir, el dolor músculo esquelético; la alteración psicológica, porque va asociado a un mayor índice de depresión o ansiedad; y las alteraciones cerebrales. «Se pensaba que el cerebro era un órgano invariable pero ya se sabe que es capaz de modificar su función o estructura según las influencias del ambiente, se puede trabajar la neuroplasticidad», arguye.