Algunos de los participantes de la marcha celebrada en 2019. | Pere Bergas

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La celebración de la tradicional Marxa des Güell a Lluc a Peu, programada para el próximo sábado 7 de agosto, no está asegurada y lo más probable es que sea aplazada dado el aumento de contagios de las últimas semanas.

La marcha nocturna se ve afectada por la prohibición de las reuniones sociales entre no convivientes entre las 01.00 y las 06.00 horas, una de las nuevas medidas sanitarias que afectan a las Islas y que ha entrado hoy en vigor.

Reuniones decisivas

La consellera de Presidència, Funció Pública i Igualtat, Mercedes Garrido, no concretó ayer si finalmente la marcha será ahora desautorizada, aunque sí que lanzó un mensaje a los promotores: «Deben pensar que la normativa ha cambiado de manera sobrevenida». Así lo indicó la consellera en declaraciones a los medios de comunicación en una rueda de prensa para presentar y analizar los dispositivos antibotellón.

Asimismo, Garrido señaló que la celebración de la marcha depende de las reuniones que tengan los organizadores con la Conselleria de Salut la próxima semana. Desde el Grup Güell afirman haber mantenido reuniones con el gabinete técnico de Salut, en las que les trasladaron que «no hay problema».

Al respecto añadió que «el lunes tenemos otra reunión donde espero que nos aclaren las cosas, que nos digan si blanco o negro. Aunque a lo mejor lo que dicen hoy será diferente mañana. En quince días pueden cambiar mucho las cosas», declaró el presidente del Grup Güell, Francisco Bauzà.

«No contemplo suspender la marcha, en todo caso se aplazará. Lo que tenemos claro es que lo primero es la salud y el Grup Güell no quiere convertirse en un problema», concluyó Bauzà.