Los bares y restaurantes deberán cerrar a la una de la madrugada a partir del jueves. | Pere Bota

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La vida social en Balears acabará a la una de la madrugada con el fin de contener la propagación de la COVID-19. El Govern pedirá el aval del Tribunal Superior de Justicia para limitar las reuniones de no convivientes, tanto en interiores como en exteriores, entre las 1.00 y las 6.00 horas. Al tratarse de un derecho fundamental, el Govern debe dar este paso y, una vez autorizado, prevé que la medida entre en vigor el próximo sábado. Así lo indicó este lunes el conseller de Turisme i Treball, Iago Negueruela, tras la reunión de la Mesa de Diálogo Social junto con sindicatos y patronales.

El fin de esta restricción es acabar con las aglomeraciones y los botellones que se llevan a cabo, especialmente los fines de semana, en diversos puntos de las Islas. Por este motivo, se endurecen de forma considerable las sanciones para quienes participen en botellones, prohibidos desde antes de la pandemia.

Además, el Consell de Govern de mañana aprobará nuevas medidas en línea con la limitación de las reuniones sociales a partir de la madrugada que limitarán aún más la vida nocturna en la comunidad. A partir del jueves, la restauración deberá adelantar su hora de cierre a la una de la madrugada, que ahora está fijada a las dos. Se reduce también el máximo de personas por mesa, que pasa de doce a ocho en exteriores; y de seis a cuatro, en interiores. Esta medida afecta a bares, restaurantes, bares de copa, cafés concierto y salas de juegos.

La una de la madrugada será también la hora límite para cualquier otra actividad, tanto comercial como de ocio, cultura y eventos tipo bodas. «El objetivo es atacar los excesos y mantener la actividad económica en condiciones de seguridad», indicó Negueruela, quien recordó que las medidas se revisarán dentro de quince días, como es habitual. En cualquier caso, se pretende que el límite de las reuniones sociales a partir de las 1.00 horas tenga continuidad durante un mes a partir de los indicadores sanitarios.

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Incidencia

Negueruela detalló que el límite a las reuniones sociales entre no convivientes entre las 1.00 y las 6.00 horas se fija a partir de una incidencia acumulada a 14 días (IA 14) superior a los 450 casos por 100.000 habitantes y con una presión hospitalaria superior al 10 % de camas de UCI o del 4 % de camas de hospitalización. Si la IA 14 es de entre 350 y 450 casos y la presión asistencial es superior al 5 % de camas de UCI o del 2 % camas de hospitalización, la restricción entra en vigor a las dos de la madrugada. A la hora de aplicar esta medida no se tendrá en cuenta la incidencia del conjunto de Balears sino la de cada isla.

En cuanto a eventos culturales y deportivos, el máximo de asistentes en espacios exteriores se reduce a 2.500 personas. Cabe recordar que en estas actividades el público debe permanecer sentado y que el uso de la mascarilla es obligatorio. Sin embargo, el Govern solicitará permiso al Gobierno central para poder usar el pasaporte COVID para ligar la vacunación al acceso a eventos de ocio, culturales y deportivos. «Por esto hacemos un llamamiento a la población, sobre todo a los jóvenes, para que se vacunen», insistió Negueruela.

Las nuevas restricciones cuentan con el apoyo de sindicatos y patronales, si bien la presidenta de la CAEB, Carmen Planas, admitió la dificultad que le supuso apoyar el límite de actividad en la restauración. «Los empresarios han hecho los deberes, los contagios llegan desde la calle y no están en las empresas», aseguró. El presidente de PIMEB, Jordi Mora, consideró que las medidas son «adecuadas, proporcionadas e inteligentes» porque pone el foco «en horas concretas y determinadas».

Los secretarios de CCOO y UGT, José Luis García y Lorenzo Navarro, respectivamente, valoraron que las restricciones se centren en combatir las actividades que disparan la incidencia.