Bajo una ligera llovizna, la manifestación se desarrolló sin incidencias. | Pere Bergas

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Bajo el lema Defensem el clima, la salut i la vida, alrededor de 80 personas se concentraron este sábado en las escaleras de la Seu para manifestarse «contra el retorno ilimitado de megacruceros y la ampliación de sus puertos».

Esta concentración unitaria se celebró simultáneamente en distintos puntos del Estado, como Barcelona, Valencia, A Coruña y Vigo; en Palma fue convocada por la Plataforma contra els Megacreuers, que representa a una treintena de entidades sociales, ecologistas y vecinales.

Sin incidencias

Bajo una ligera llovizna, la manifestación se desarrolló sin incidencias: los turistas observaban la escena con curiosidad y preguntaban sobre el motivo de la movilización, mientras que algunos cocheros de calesas recriminaron, de forma tenue, el mensaje lanzado por los activistas.

Palma, Local, Creuers

A las 11.30 horas, el portavoz de la plataforma, Joan Forteza, junto al joven Pere Joan Femenia, leyó un manifiesto en el que expusieron «la necesidad de estudiar y analizar los impactos económicos, sociales y ambientales de los cruceros sobre la ciudad», además de exigir una regulación de esta actividad turística: «Hasta ahora estas empresas han actuado con total libertad y sin control ni resistencia por parte de los gobiernos. Creemos que mantener un crucero al día, con un máximo de 4.000 pasajeros, sería idóneo para regular esta actividad y disminuir las acciones nocivas que tiene sobre la ciudadanía».

Asimismo, Forteza calificó de «pleitesía excesiva» el recibimiento del pasado jueves al Mein Schiff 2 por parte del conseller de Model Econòmic, Turisme i Treball, Iago Negueruela: «Hoy el Govern no ha venido a recibirnos; en contrapartida no debería haber recibido, en actitud de vasallaje, al capitán Thomas Roth, que representa a unas empresas que ni siquiera tributan aquí sus impuestos, sino en paraísos fiscales. Otra cosa distinta es que los representantes de los megacruceros hubiesen ido al Consolat de la Mar, pero fue al revés. Una vez más han agachado la cabeza frente a estos lobbys de presión».