Los botellones han proliferado por la ciudad. | Redacción Sucesos

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Restauración CAEB ha tildado este domingo los botellones masivos que se están registrando en distintos puntos de Baleares desde el fin del toque de queda de «insulto para todos los ciudadanos y trabajadores, después del esfuerzo titánico de estos meses» y ha pedido a las autoridades que los erradiquen.

La patronal de restauración denuncia que, mientras en los restaurantes se mantienen las restricciones de aforo y distancias, en la vía pública y en Playa de Palma concretamente, se crean aglomeraciones masivas de gente que no cumple «ningún tipo de normativa sanitaria».

«La solución está en erradicar el botellón de una vez por todas», reclama la patronal en un comunicado en el que advierte de su preocupación por el hecho de que, en las reuniones masivas, «estos cientos de jóvenes que se juntan en la playa para beber no están vacunados y pueden contagiar a mucha gente».

Esta situación da una imagen de «descontrol sanitario total en Baleares», añade la patronal. «Estamos muy indignados y, sobre todo, muy preocupados», ante las últimas imágenes de los botellones masivos que han tenido lugar este fin de semana en Playa de Palma, han declarado miembros de la asociación, después de que la policía haya tenido que actuar en botellones masivos en Palma e Ibiza en las madrugadas del sábado y el domingo.

Consideran que esas situaciones son «vergonzosas y un insulto para todos los ciudadanos» que han cumplido la normativa anticovid durante meses.

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Recalcan que el problema «no está en los negocios, está en la vía pública, los supermercados ‘low cost’ y los vendedores ambulantes que se transforman en bares móviles que nutren a toda la playa de bebidas de alta gradación y nadie hace nada para evitarlo».

Insisten en reclamar a dirigentes y autoridades que «hagan lo necesario y prioricen las acciones para que estos 13 meses de esfuerzos y dramas personales no caigan en saco roto».

Destino seguro

Según Restauración CAEB, para demostrar que Baleares es un destino seguro es necesario «erradicar totalmente el botellón ya que es un grave peligro sanitario, da muy mala imagen como destino turístico de calidad y supone un gran impacto medio ambiental y económico en las playas, con toneladas de plásticos y residuos».

Recuerdan que el sector de la restauración y hostelería ha sido uno de los más perjudicados por la crisis sanitaria y económica de la COVID-19 y que, a día de hoy, a pesar de que ya no hay toque de queda, siguen con restricciones de aforo en terraza, en interiores y límite de horario.

«Mientras, justo en frente de nuestros establecimientos, se forman botellones de cientos de jóvenes que no mantienen distancias, se emborrachan y ensucian nuestro entorno», lamentan.