Carine y Lys, hija del activista Paul Rusesabagina, en el Parlament. | ROBERTO LEÓN

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El Parlament balear volvió a poner sobre la mesa la situación en la que se encuentra el reconocido activista ruandés Paul Rusesabagina, secuestrado desde el pasado agosto de 2020 por el Gobierno de Ruanda, acusado «injustamente» de delitos de terrorismo. La iniciativa, impulsada por Podemos pero apoyada por el resto de partidos del Pacte, se aprobó en la comisión, convirtiéndose así la institución balear en la primera en exigir la liberación urgente de Rusesabagina. La diputada Cristina Mayor aprovechó su turno para leer la carta de la familia del ruandés.

«A nuestro padre, en agosto del año pasado, le secuestraron en un viaje. Le engañaron diciéndole que iría a Burundi pero le llevaron a Ruanda. Durante el trayecto le drogaron y al llegar le torturaron en los siguientes tres días. Como había criticado los abusos del presidente ruandés Paul Kagame, sabía que si ponía un pie en Ruanda acabaría desaparecido, detenido o muerto», expresaron Lys y Carine Rusesabagina, que llegaron ayer a Palma para presenciar el debate de la Proposición no de Ley (PNL) presentada en el Parlament.

RUANDA. TRIBUNALES. La FiscalÔø?a procesarÔø? a Rusesabagina por el genocidio de Ruanda en 2018.

Imagen de su arresto en 2018 arrestado en Ruanda.

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Torturas

El activista se encuentra desde agosto en una pequeña habitación y en un confinamiento solitario. «Se trata de una infracción, según las convenciones internacionales, ya que un prisionero en aislamiento tras 15 días ya se considera una tortura», defendió Juan Carrero, quien constituyó la Fundació s’Olivar y es uno de los principales activistas que lucha por los Derechos Humanos y la libertad de Paul Rusesabagina.

Lys y Carine detallaron que no existía ninguna orden de detención internacional para su arresto y que ha sido torturado, además, por las autoridades ruandesas. «No nos facilitan más información» y añadieron que solo pueden hablar con él durante cinco minutos, una vez a la semana. «Las llamadas son vigiladas y escuchadas». Mencionaron que la resolución en el Parlament «podrá servir de modelo para otros países en la defensa de los derechos humanos». Preguntadas por si creen que algún día tirará la toalla, dijeron: «Si viéramos algo así, diríamos que este no es nuestro padre o que lo han drogado. Él jamás tiraría la toalla».

La historia de Paul, quien salvó la vida de miles de ruandeses, se llevó a la gran pantalla.