Una personas recibe la vacuna contra la COVID-19.

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La edad es posiblemente el mayor factor de riesgo en la COVID-19. Así, la mayor parte de los fallecidos (>90-95%) tenían más de 60 años. Por tanto, proteger a este colectivo, y al que padezca co-morbildiades debe ser el gran objetivo de la vacunación, una vez protegido al sistema sanitario y a las personas de las residencias de ancianos.

Sabemos que la vacunación reduce los contagios de sanitarios de 2.000 a 143 en dos meses. Hay un efecto contundente de la vacunación en los profesionales sanitarios en España, encontrando una reducción del 62% de infecciones en 2-4 semanas tras la primera dosis. El efecto de la la primera dosis es excelente, y llega a una desaparición casi total de cualquier infección tras la segunda dosis.

¿Cómo podemos mejorar la vacunación?

-No almacenar vacunas. Inyectar todas las vacunas que se reciben.

-Ampliar AstraZeneca a todas las edades.

-Vacunar por edad, no por profesión. Hay muchos vacunados de 20 años, para los que hay de 80. Vacunar a todas las personas en situación vulnerable, cómo los pacientes crónicos.

-Aumentar los puntos de inyección.

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-Evitar demoras.

En Escocia, un mes tras la administración de una sola dosis a más de 5 millones de personas, se observó una efectividad en la prevención de la hospitalización por covid del 85 % con la vacuna de Pfizer y del 94 % con la de AstraZeneca. Se obtienen resultados similares al analizar la población de más de 80 años. Estas nuevas evidencias son consistentes y positivas. Y en Israel, encontramos la economía abierta al 100 % con más del 60 % de vacunación, estando la tasa de transmisión mas baja que nunca = 0,55 con un 65 % de disminución de casos semanales.

En ese entorno tenemos nuevas vacunas de RNAm que tienen una efectividad del 90 % para prevenir la infección (sintomática o asintomática) a los 14 días tras la segunda dosis y 80 % a los 14 días tras la primera dosis. Sin duda son muy buenas noticias. La vacuna de Pfizer es eficaz al menos durante 6 meses. El seguimiento de personas vacunadas garantiza una protección superior al 90 % frente a la COVID-19, 95 % frente a la enfermedad grave, y protege frente a la variante sudafricana tras 6 meses.

Todas estas buenas noticias contrastan con un ritmo muy bajo de vacunación en España y en Europa, frente a los datos de Israel, Reino Unido, EEUU o Chile. Mientras en España no hemos conseguido el 80 % que teníamos planteado para finales de marzo con las personas mayores de 80 años. Las Comunidades Autónomas se quedan lejos del objetivo de inmunizar al 80 % de los mayores de 80 años en el primer trimestre.

Nuestros datos de la primera dosis oscilan del 91 % con al menos una dosis en Andalucía (58,1 % de vacunación completa) frente al 54 % de Cataluña (32,6 % de vacunación completa), pasando por el 66,9 de Baleares (y el 25% de vacunación completa). El grupo de vacunación de personas entre 70 y 79 años es el más retrasado de la campaña, ya que solo el 3,8 % de la población de esa edad ha recibido al menos una dosis de la vacuna Solo un tercio de los mayores de 70 años cuenta con la protección de la vacuna ante la llegada de la cuarta ola.

Y mientras ocurre eso, sabemos que la vacuna de Pfizer logra una eficacia del 100 % en adolescentes, según un estudio. E incluso, vemos que las vacunas de COVID-19 son muy efectivas para las mujeres embarazadas y sus bebés, según un nuevo estudio.

Y en el entorno de la polémica con AstraZeneca y los casos de trombosis, aparece el nombre de la afectación trombótica que tantos miedos genera: Síndrome de Trombocitopenia Protrombótica Inmune Inducida por la Vacuna (VIPIT), del cual es necesario saber detectarlo, saber tratarlo, y haberle puesto nombre. Tres cosas básicas para enfrentarse de otra manera a algo nuevo que, hasta ahora, parecía un completo misterio. Y sin existir factores predisponentes familiares o personales, se debe identificar pronto y tratar con inmunoglobulinas endovenosas.

En definitiva, la vacunación puede continuar, a mejor ritmo. Es importante seguir vacunando más y más rápido. Los beneficios son enormes. Mucho por mejorar en Baleares en el proceso de vacunación.