Alberto Jareño es muy crítico con la gestión de la pandemia en Baleares. | Click

TW
12

Alberto Jareño es restaurador. Tiene dos locales: La Balanguera y Balanguerita. Antes de la pandemia le funcionaban ambos. En el primero trabajaban nueve personas, y en el segundo, cinco. A día de hoy, en el primero, en el que solo sirve cafés y comidas para llevar, trabajan tres personas, su hija, un cocinero y él. El resto está en ERTE. Y el otro está cerrado.

«Como puede ver, mi vida ha cambiado en todo. El giro que ha dado ha sido total. Antes, te despertabas, llegabas al restaurante, encendías la cocina, preparabas los platos, ibas al mercado, servías, fregabas, preparabas la noche, a primera hora sabías que te llegaban los extranjeros, de las nueve en adelante, la gente de aquí… Celebrabas comidas y cenas especiales… Ahora, de todo eso, no queda apenas nada. Incluso hay días que ni vas al mercado… ¿A qué…? ¿Acaso no ve como está el local…? Vacío».

Noticias relacionadas

Naturalmente, la situación actual le ha llevado a tener que echar mano a los ahorros, porque lo que es dinero entra más bien poco. «Sí, porque si antes entraban por caja 10, ahora, a veces ni, 2. O se lo digo de otra manera: de servir entre 140 y 150 comidas diarias, como ocurría antes, a vender bocadillos de calamares o comida para llevar, como pasa ahora, equivale a ingresar el 10% de lo que ingresaba antes. Y menos mal que, aunque no mucho, tengo un pequeño ahorro que, a falta de ingresos, se va gastando. ¡Pero es que hay colegas que se han quedado sin nada! Colegas que han tenido que cerrar para no volver a abrir…»

Los cambios dictados por el Govern a causa de la pandemia les han afectado anímicamente. «Si en diciembre podíamos trabajar con el 50% tanto en interior como en terraza, en enero pasamos a ocupar solo el 50% de terraza, y a partir de mediados de enero y lo que llevamos de febrero, a cero en ambos lados y a solo servir bebidas y comida para llevar».

Vale, esta es la situación hoy. Pero… ¿Qué pasará a partir de ahora en adelante…? «Pues como en marzo no nos dejen abrir, ¡aquí se arma la de Dios! Por una parte, porque aunque no tengamos ingresos hemos de seguir pagando IBI, basuras, residuos, agua, luz, gas, cuota de autónomo, Seguridad Social… Que eso no te lo perdonan. Y en cuanto a los protocolos, ¡es que los llevamos muy mal! Te obligan a viajar con un PCR y llegas al aeropuerto, o al puerto, y ni te lo miran. Y el 'bicho', en las Islas, entra por uno de esos dos lugares. Y ya tenemos entre nosotros los que han llegado de Londres, Sudáfrica y Brasil vía puertos y aeropuertos, cosa que no hubiera ocurrido con un control riguroso. Control riguroso que sí han hecho en Taiwan, Nueva Zelanda y Australia, donde ahora mismo la gente hace vida normal en todos los aspectos. ¿Por qué no han ido nuestras autoridades a ver cómo lo han hecho…? Y luego están las vacunas, que al paso que vamos no nos vamos a vacunar todos hasta dentro de diez años. Y sin vacunas y sin cumplir con todos los protocolos, esto va a seguir mal».