Se mantiene el cierre a las ocho de la tarde y se prolonga el cierre durante los fines de semana | Teresa Ayuga

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El Govern aprobará este viernes «cambios mínimos» en las restricciones vigentes para frenar la propagación del coronavirus con el fin de «mantener una incidencia de contagios baja» en los próximos meses. El objetivo es llegar al verano con el menor número de casos y poder tener temporada turística. La presidenta Francina Armengol justificó que apenas se levanten limitaciones en la primera quincena de marzo porque «en las próximas semanas nos jugamos el resto del año». El mensaje de la jefa del Ejecutivo fue apoyado por las patronales CAEB y PIMEB, y por los sindicatos CCOO y UGT. El objetivo común es conseguir salvar el verano, de ahí que Armengol reclamara a la sociedad «un esfuerzo más» cuando la actividad económica lleva casi un año parada. Volvió a pedir disculpas a la ciudadanía por los errores cometidos en la gestión de la pandemia.

En el ámbito comercial no han gustado los mínimos cambios y han generado malestar en el sector. A partir del 2 de marzo se amplía el aforo de todo el sector del 30 % al 50 % y se mantiene el cierre a las ocho de la tarde. También se prolonga el cierre durante los fines de semana de grandes superficies y centros comerciales, lo que ha provocado la decepción y el malestar del sector. Los grandes comercios habían solicitado poder abrir los sábados y mantener el aforo al 30 % ya que ese día posibilita atender a clientes que no pueden ir a sus centros entre semana.

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La presidenta aseguró que la medida se había pactado y que la decisión responde a evitar aglomeraciones en estos establecimientos los sábados, «día de mayor afluencia». Armengol insistió en reiteradas ocasiones en evitar las aglomeraciones y pidió a la ciudadanía que si van a un sitio con mucha gente «den media vuelta».

Los centros comerciales, que el 15 de febrero recuperaron parte de su actividad, llevaban cinco semanas de cierre total. Tras el alivio de poder abrir abrir las puertas y retomar su actividad económica esperaban una relajación más favorable de las restricciones.

La presidenta volvió a apelar a la responsabilidad social, una demanda que suscribieron patronales y sindicatos. «Si no logramos una reapertura turística, de nada habrá servido este esfuerzo», sentenció. Su objetivo es llegar a verano con una incidencia acumulada a siete días (IA7) inferior a los 50 casos por 100.000 habitantes. Se trata del indicador que la Unión Europea establece para permitir la movilidad entre países. A fecha de ayer, el IA7 de Mallorca era de 34,49 casos por 100.000 habitantes, mientras que el del conjunto de Balears se situaba en 36,71 contagios. Tanto el Govern como los agentes sociales insistieron en que la baja incidencia se debe mantener en los próximos meses. El secretario general de UGT, Alejandro Texías, incluso se mostró favorable a cerrar los interiores de la restauración en Semana Santa. La presidenta de la CAEB, Carmen Planas, reclamó ayudas de todas las administraciones para que las empresas lleguen con músculo al verano.