El gerente, Josep Pomar, dirigió el comité de crisis para acordar la desescalada. | Pilar Pellicer

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La presión asistencial de enfermos con COVID-19 de esta semana en el Hospital Son Espases ha sido equiparable a la semana más baja que hubo entre la segunda y la tercera ola. No es un dato banal, todos los jefes de servicio de las plantas afectadas por este tipo de enfermos lo corroboraban con su experiencia. La pandemia remite en el hospital de referencia y el comité de crisis, reunido ayer y al que tuvo acceso Ultima Hora, trazó el inicio de la desescalada para este mismo fin de semana. De seguir así, se podrá pisar el acelerador de la actividad quirúrgica no urgente en poco más de dos semanas.

Por la mañana se habían dado diez altas de pacientes con COVID en el hospital y no se registró ningún nuevo ingreso por tercer día dentro de esta nueva ola. En Son Espases había 33 pacientes en planta y otros 33 en UCI, tal y como explicó Luis Alegre, adjunto a la gerencia del hospital y quien inició la reunión con una breve explicación de la evolución de la pandemia en Balears y en el centro sanitario.

La idea es realizar el proceso inverso para recuperar los espacios del hospital que hasta ahora se destinan a la pandemia. En la fase cero, hay 60 camas abiertas para enfermos con COVID-19 que, en función de la demanda, se reducirán paulatinamente. A propuesta del jefe de Medicina Interna, Javier Murillas, ayer ya se procedió a limpiar la zona 2N, sin tener que esperar al lunes. La previsión es que a partir del 15 de marzo queden tres plazas de presión negativa en la unidad 3O, «como estaba antes de la pandemia», según la directora médica, Carmen Sanclemente.

La situación en la UCI es de 42 camas destinadas a pacientes con coronavirus y 46 para el resto, mientras que hay seis plazas cerradas. «Llevamos varios días sin ingresos de COVID, ni nuestros, ni de otros hospitales, pero vamos justos de camas para el resto de pacientes», explicó el responsable, Julio Velasco. La propuesta es que para el 1 de abril se rebajen de 0 a 6 camas para enfermos COVID.

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Urgencias sigue la misma tónica. «Hemos bajado de forma importante los pacientes de coronavirus y los casos de sospechas», dijo Dino Comas, por lo que se recuperará la zona -2G para consulta básica y dejará abierta una unidad permanente de corta estancia.

Por otra parte, se limpiará también la Unidad de reanimación 1 para actividad corriente y porque por cada dos camas de éstas puede utilizarse un quirófano. De ahí que la propuesta de desescalada asistencial contemple recuperar la actividad quirúrgica en la Unidad de Cirugía Ambulatoria Mayor y la reapertura de Verge de Lluc en marzo.

Estos procesos permiten a su vez rescatar a personal que ahora refuerza otras áreas aunque «ya estamos adaptando la intervención de pacientes a los recursos que quedan liberados y tenemos actividad de listas de espera, operando mañana y tarde», explicó la Marta de la Cruz, subdirectora del Área Quirúrgica.

Y es que desde Neumología se advirtió de que tras la pandemia quedará el trabajo ingente de recuperar a los pacientes no COVID. «La situación nos ha impactado de forma severa y necesitaremos tiempo y que se contemple la necesidad de personal en el reajuste de los servicios», indicó el doctor Ernest Sala, que pidió disponer de los mismos recursos que ahora, ya que «esto no se acabará con el alta del último paciente».

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Intervención del jefe de Neumología, Ernest Sala.