Gabriel Rosselló de la papelería Chaflán enseña algunos paquetes que los clientes han de recoger.

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Las tiendas de barrio se van convirtiendo, cada vez más, en pequeños almacenes; en los guardianes de los productos que miles de ciudadanos piden, de forma compulsiva, por internet gracias al servicio de punto de recogida o pickup. Es la alternativa a la paquetería tradicional. En los últimos años, esta opción ha ido absorbiendo los locales pequeños, de proximidad, no solo para facilitar la compra-venta a los vecinos de la zona, sino por que es la fórmula definitiva para impulsar el negocio en tiempos de crisis.

Pilar Romero abre cada mañana su ferretería con dos propósitos: vender sus productos y recibir paquetes. Hace poco que decidió ser un punto de recogida, a través de la etiqueta Punto Pack –de la empresa francesa Mondial Relay–. «El 90 % de la gente que utiliza este servicio lo hace para realizar envíos en lugar de recogerlos», señala. En un mes ha recibido unos 90 paquetes.

Los negocios que buscan ser pickup lo hacen, principalmente, para publicitarse, ya que, como cuenta Pilar, la aplicación sitúa en un mapa las tiendas más próximas a los compradores que necesitan recoger u enviar un pedido. Así, «mucha gente entra y conoce el negocio».

Ganancia

Vinted es una de las marcas que más paquetes acumula en las tiendas de proximidad de Palma. La plataforma francesa, que permite la compra y venta de ropa y accesorios a nivel europeo, ha retenido la atención de los baleares en estos últimos meses, disparando el uso de esta aplicación y animando a los locales de barrio. En el caso de Punto Pack, solo permite tres locales por barriada, que dependerá del código postal. Por cada paquete recibido o enviado, el empresario gana una media de veinte céntimos. La ventaja para los compradores parte de la comodidad de depositar la venta que acaban de realizar a cualquier hora. El buscador muestra el horario y la ubicación de la tienda con pickup. En el caso de empresas como Vinted, es el usuario quien descarga la etiqueta y prepara el envío.

Juan Antonio Cáceres, quien regenta desde hace nueve años una perfumería a granel en Blanquerna, fue uno de los primeros empresarios en utilizar su negocio como punto de recogida. «La intención de este servicio es dar a conocer el comercio y vean y prueben mis productos. La experiencia es muy positiva». Asegura que los paquetes de Vinted son los que más abundan, «hasta un 80 % en mi caso». Recibe entre 25 y 30 pedidos por día y le visitan 600 clientes.

Una de las escenas que más se ha repetido en estos establecimientos es la de clientes «que traen más de diez paquetes para enviar», describe Maribel Béjar, empleada de Mercagroc en Palma, y asegura que lo que más se encuentra son paquetes de pequeño y mediano tamaño. Esta trabajadora entrega al repartidor una media de diez sacos repletos al día.

Desde PCBOX, que es punto de recogida de varias empresas desde 2018, resaltan el aumento de este uso en los últimos meses, con más de 30 pedidos por día. Otros, como Gabriel Rosselló, de la papelería Chaflán, llevan poco más de cinco meses con este servicio. Su experiencia es positiva porque, dice, «atrae a mucha gente. Ganamos mucho más con esto que con la recarga de la tarjeta ciudadana», sostiene, y añade también el servicio de impresión del etiquetado como una ganancia extra.