Gestión. Atrás quedarán los tiempos en que hoteles, bares, restaurantes y comercios se limitaban a trasladar sus residuos a los contenedores. Ahora será necesario un esfuerzo en los productos y servicios ofrecidos y prescindir de algunos elementos habituales. | Paula Berga

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Los inspectores de las direcciones generales de Consum (Conselleria de Salut Pública i Consum), Comerç (Conselleria de Transició Energètica i Sectors Productius) y Turisme (Conselleria de Model Econòmic, Turisme i Treball) se unirán a los de la Conselleria de Medi Ambient i Territori (que cuenta con el cuerpo de Agents del Medi Ambient) en la vigilancia del cumplimiento de la Llei de Residus, que a efectos prácticos entrará en vigor el 20 de marzo de 2021 y no desde el 1 de enero, pues ha sido retrasada sumando los 78 días del estado de alarma.

Así lo anunciaron este lunes el conseller, Miquel Mir, y el director general de Residus i Educació Ambiental, Sebastià Sansó, quienes reconocieron que «el control del cumplimiento de la ley por parte de nuestros recursos humanos, especialmente los Agents de Medi Ambient, sería insuficiente, por lo que esta labor será transversal y en ella también participarán los inspectores de Consum, Comerç y Turisme, ámbitos que tienen una relación directa con las actividades de generación y gestión de residuos».

Expedientes

Aunque en la vigilancia del cumplimiento de la ley participen hasta un total de cuatro departamentos autonómicos, Sebastià Sansó recordó que será su dirección general la que «instruirá los expedientes y tramitará las sanciones». En este sentido, el director general destacó que «las sanciones oscilan entre los 300 euros para las infracciones leves y los 1,7 millones de euros para las muy graves. Este último extremo se reservaría para actuaciones que provoquen un auténtico desastre ambiental. Una infracción grave, por ejemplo en una mala praxis en la gestión de los plásticos de un solo uso, podría ser sancionada con 900 euros».

Toda esta información fue aportada por los dos responsables de Medi Ambient con motivo de la presentación de dos guías interpretativas de la ley dirigidas a hoteles, restaurantes y cafeterías, por un lado, y a comerciantes, importadores y distribuidores, por el otro. En preparación están otras dos guías dirigidas a la Administración y a la ciudadanía en general.

Sansó señaló que «con la nueva ley era necesario aclarar dudas y conceptos, y por ello hemos mantenido diferentes contactos con los sectores afectados y hemos editado las guías en catalán, castellano e inglés. La destinada a hoteles, restaurantes y cafeterías también será editada en alemán».

Cambios en usos y costumbres

La aplicación de la Llei de Residus llevará a cambiar numerosos usos, como por ejemplo en los bares y hoteles, donde deberán desaparecer elementos presentados en monodosis tan habituales como los sobres de azúcar y sacarina, o los de kétchup, mostaza y mayonesa. Habrá excepciones, como por ejemplo las monodosis de aceite de oliva, los polos y los servicios de minibar y las ‘amenities’, aunque se recomienda su eliminación si son de un solo uso.