El amor cura. De ahí que los padres se consideren una de las mejores medicinas para sus bebés, sobre todo cuando nacen antes de las 37 semanas de gestación. En el Día Mundial de los Prematuros, que se conmemoró este martes, el hospital de Son Llàtzer recuerda que la pandemia ha provocado un retroceso en la humanización de las unidades de pacientes críticos. Por suerte, la atención de padres y madres no se considera una visita y pueden estar con sus bebés nacidos antes de que el embarazo llegue a término como parte de su tratamiento. Ahora, además, podrán hacerlo con una mascarilla semi transparente en la que también puede verse la emoción de quien sostiene en brazos a su hijo. El proyecto se llama Una sonrisa-un vínculo y ha sido posible gracias a la colaboración de la Federación AICE (Asociaciones de Implantados Cocleares de España).
«La situación excepcional ha generado una merma en esta unidad por la participación de los hermanos en el nacimiento, la visita de los abuelos o la limitación del aforo en la sala de lactancias de las madres donde antes podía haber seis personas y ahora cuatro», relata Elena Torrens, supervisora de Enfermería de Neonatos del hospital Son Llàtzer. «Luchamos a diario para que madre y padre tengan acceso a la unidad, son la parte más importante del tratamiento de sus hijos, negar su entrada sería como negar un antibiótico», cuenta.
Además, «la expresión facial, se ve ocluida por una mascarilla, lo que los aboca a una escasa conexión emocional con sus cuidadores principales aspecto que nos preocupa. La pandemia no puede ser un condicionante en su evolución», añade la doctora Ana Filgueira, neonatòloga del hospital.
Con la pandemia se han acentuado medidas que antes ya se tenían en cuenta. «Se pide un lavado estricto de manos al entrar y otra vez a pie de incubadora, distancia social con otros padres y el uso de la mascarilla», explica Torrens que insiste en que se siguen todas las precauciones para no separar a los padres de su bebé. ¿Incluso si la madre es positivo en COVID-19? «Aunque su madre sea positivo, si lo alimenta con leche materna es recomendable que estén juntos», dice, «siempre que el bebé y la mamá están bien».
Cada vez hay más prematuros, pero mejor controlados
El año pasado nacieron en Son Llàtzer 146 prematuros, lo que supone un 5 % de todos los nacimientos. El año anterior fueron 104. La cifra va en aumento, incluso a nivel mundial, aunque cada vez hay más control perinatal y obstétrico y las complicaciones que se derivan son menores o mejor atendidas. Las fecundaciones in vitro, el auge de partos gemelares y el estrés o la edad de las madres, podrían encontrarse entre algunas de las causas.
