Un sanitario traslada un órgano para ser trasplantado. | M. À. Cañellas

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En esta última semana se han notificado dos nuevos donantes de órganos en el Hospital Son Espases y ya son 34 las personas que tras fallecer han ayudado a que la vida de otros siga con un acto altruista que, a pesar de notar los efectos de la pandemia, ha continuado al alza en Balears.

Gracias a las donaciones se han podido trasplantar 62 riñones, el 88 % del total. Cabe destacar que en todo 2019, a ejercicio cerrado, hubo 51 donantes de los que se aprovecharon 83 órganos.

«Hemos avanzado mucho los últimos meses, sobre todo agosto que fue muy bueno, hubo una bajada en septiembre pero ahora llevamos 34 donantes. Es muy importante para todos tras este año tan difícil porque han bajado en todo el país. Con estas cifras seguiremos siendo uno de los hospitales con más donantes del país», advierte el doctor Julio Velasco, jefe del servicio de Medicina Intensiva y coordinador de Trasplantes del hospital de referencia.

De los 34 donantes de este año, 23 han sido por muerte cerebral y otros 11 por asistolia controlada. «Son dos procedimientos diferentes pero están todos en la UCI, reanimación… En el hospital lo más importante es que trabajamos en equipo y las cosas resultan más fáciles. La donación y el trasplante funcionan casi perfecto», señala.

Y es que Son Espases empezó a hacer trasplantes de riñón en 1989 «y las cosas han ido mejorando cada año». Desde entonces han cambiado 869 órganos, una cifra destacable para una comunidad pequeña como ésta.

Para hacerlo, el doctor Velasco destaca la solidaridad de las personas. «Hay que darles siempre las gracias, sobre todo en un año que ya es difícil de por sí, que se te muera un enfermo en este contexto en que entrar al hospital es más difícil...». Pero tampoco se olvida de todos los servicios que «trabajan muy duro».