En Son Espases ya se preparan por si hay cambio de tendencia. | Teresa Ayuga

TW
43

«Una de las cosas que desgraciadamente vamos aprendiendo de esta enfermedad es que, en concreto en esta comunidad, la situación que vemos en el territorio nacional antes o después nos acaba afectando». Y ahora, en la Península, se ve un incremento desmesurado de contagios con récords de incidencia. El portavoz del comité autonómico de enfermedades infecciosas, Javier Arranz, lo comparó con el verano: «Tras la desescalada empezaron a haber casos en Cataluña y Aragón y al cabo de poco tiempo empezó el aumento aquí por aquellos que volvían de esos territorios y porque el virus en las Islas seguía circulando».

Ante la perspectiva de que vuelva a suceder algo similar, el doctor Arranz insistió en la misma idea que lanzó el martes la presidenta Armengol en el debate de la comunidad: más vale prevenir como han hecho diferentes regiones europeas, que curar como le ha tocado a ciertas comunidades autónomas.

Y es que ahora Baleares tiene unos niveles «más bajos de contagios pero ni mucho menos la situación está controlada», dijo. La incidencia acumulada de casos en Balears a 7 días es de 81 por cada 100.000 habitantes, cuando hace una semana era de 70. «Hay un leve repunte que varía entre las Islas y la tasa de positividad sube por zonas», reconoció el experto. El escenario que ahora se plantea es ver «si estamos saliendo de la ola, aunque los niveles de transmisión del coronavirus se mantengan altos, o que volvamos a ver subir los casos».

La tasa de positividad de este miércoles era del 5,59 % en una jornada en que se notificaron hasta cuatro nuevos fallecidos, mientras que el día anterior habían sido otros cinco. La mortalidad ha alcanzado a 343 personas y sigue alta en esta segunda ola que este miércoles dejaba 170 nuevos contagios. Precisamente se eleva la notificación de nuevos casos, en la última semana la cifra rebasaba a diario la centena. De esta forma justificaba el anuncio que hará este jueves el Govern de nuevas restricciones. «El territorio español está realmente afectado, no hay que esperar a bajar la incidencia porque igual no llegaremos», añadió.

Lo que ya se sabe es que algunas de las medidas de mayor limitación que se tomarán esta semana se mantendrán hasta la Navidad, «me gustaría pensar que no todas y que otras se puedan ir cambiando porque tendremos más evidencia de lo que realmente funciona».

Noticias relacionadas

Respecto a cómo controlar que la llegada de viajeros no vuelva a ser determinante en la extensión de contagios, el doctor Javier Arranz lamentó que los test antígenos se hayan descartado al no ser válidos para detectar a personas asintomáticos.

Vigilar la entrada en los puertos y aeropuertos, sin embargo, «siempre ha estado sobre la mesa», dijo, aunque señaló que algunas de las medidas propuestas necesitan una autorización estatal que, aunque «de momento no se ha conseguido», «no significa que no se haya insistido». Lo que se descarta, eso sí, es la petición de cuarentenas para los viajeros «por un tema legal».

Se mantiene la prohibición de fumar en bares y la vía pública

«Nos lo hemos planteado pero hemos decidido mantener esta restricción», confesaba el portavoz del comité autonómico de enfermedades infecciosas, Javier Arranz, refiriéndose a la medida que prohíbe fumar en la vía pública y en especial en las terrazas de bares y restaurantes. «Se ha valorado hasta qué punto esto podría tener cierta influencia o no en los contagios pero cada vez más hay más evidencias del tema de los aerosoles, de los interiores... y nos preocupa la llegada del invierno porque la gente se junta más en las terrazas», explicó. De esta manera, los expertos consideran que prohibir fumar es prioritario para preservar la salud pública a pesar de la incidencia que pueda tener en el consumo de bares o de las quejas de la ciudadanía.

Mientras esta semana las reuniones sociales se limitarán de 10 a 6 personas en Mallorca e Ibiza, entre otras restricciones aún por comunicar, Salut avanzó ayer que se aliviarán algunas medidas en Formentera. Por contra se sigue de cerca la evolución de algunos barrios de Palma como Son Pisà, donde tras acumular una alta incidencia, la situación ahora está más controlada.